Teresa Romero: "No sé qué falló, ni siquiera si falló algo, sólo sé que no guardo rencor"

La auxiliar de enfermería Teresa Romero ha dedicado sus primeras palabras en público tras recibir el alta a dar las gracias a todos aquellos que la han ayudado a seguir con vida y ha dicho que aún se siente débil, tras superar el ébola, por lo que ha pedido que a partir de ahora se respete su intimidad para continuar con su recuperación.
Acompañada por parte del equipo médico, y en silla de ruedas, Romero ha sido recibida con un fuerte aplauso por parte de los trabajadores del centro y de los medios de comunicación que la esperaban y se ha encontrado con su marido Javier Limón, quien le ha saludado con un beso en la mejilla.
Romero ha asegurado no saber qué falló para resultar contagiada por ébola, "ni siquiera sé si falló algo", pero ha dicho no guardar "rencor ni reproches" por haber padecido la enfermedad.
Durante su comparecencia ante los medios de comunicación la auxiliar ha confiado en que su contagio sirva al menos para que se estudie mejor la enfermedad y se pueda encontrar una vacuna.
"No se qué fallo, ni siquiera sé si falló algo, sólo sé que no guardo rencor ni reproches", ha dicho, antes de ofrecerse a colaborar y donar su sangre para quien lo necesite, como hizo con con ella la religiosa Paciencia Melgar, con quien está "deseando encontrarse" para "darle un abrazo". "Nunca le estaré lo suficientemente agradecida". Entre los aplausos de sus compañeros sanitarios, y visiblemente emocionada, ha reiterado: "Si con mi sangre se puede curar, aquí estoy hasta quedarme seca".
Teresa Romero ha asegurado que se ha demostrado que España tiene "la mejor sanidad del mundo" y un personal "abnegado", que pese a la "nefasta dirección política" es capaz de "obrar milagros".
"Yo no sé lo que falló. Ni siquiera sé si falló algo. Solo sé que no guardo rencor, ni reproches, pero si mi contagio sirve para algo, para que se estudie mejor la enfermedad y pueda ayudar a encontrar una vacuna o mi sangre sirve para curar a otras personas, aquí estoy", ha dichoRomero, palabras tras las que ha recibido un sonoro aplauso.
"Cuando me veía morir me aferraba a mis recuerdos, a mi familia, a mi marido, al que adoro; yo me encontraba aislada. No tenía más contacto del exterior que el que tenía con Javier, a través teléfono, y del cariño de los profesionales", ha leído Romero, que ha elogiado su paciencia y amor por ella y por la profesión: "Con vosotros, los medios de comunicación -ha continuado- se entendió y conoció la enfermedad, que no había importado al mundo occidental hasta que el contagio ha llegado aquí y lo fue a través de mí".
Teresa podrá hacer vida completamente normal
Los médicos que han atendido a Teresa Romero durante los 30 días que ha permanecido ingresada en el hospital Carlos III han subrayado que la auxiliar de enfermería podrá hacer vida "completamente normal", pero necesitará el tiempo suficiente para conseguir la "recuperación integral".
Estas son algunas de las consideraciones realizadas por parte del equipo médico que ha comparecido en rueda de prensa en el hospital Carlos III, donde más de cien profesionales han estado dedicados a la atención de Romero, lo que ha supuesto para ellos "un mes complicado".
Y lo ha sido porque, según ha señalado la doctora de medicina tropical Marta Mora cuando se le ha preguntado si se temió por la vida de Teresa, ha habido "momentos críticos" y hay que tener en cuenta que la mortalidad de esta enfermedad está en torno al 60 %.
Por ello, nada más comenzar la rueda de prensa, que ha terminado con un gran aplauso para los profesionales, el director gerente del hospital, Rafael Pérez-Santamarina, ha calificado el alta médica de Romero de "una gran noticia".
Teresa Romero, según ha dicho José Ramón Arribas, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Tropicales del hospital, podrá hacer vida normal, pero además no podrá transmitir la enfermedad ya que el ébola es un virus que no permanece en el organismo tras superarlo.
No obstante, Arribas ha dejado claro que Romero necesitará el tiempo suficiente para conseguir la "recuperación integral" de un evento "muy traumático" y podrá reincorporarse a su vida habitual "poco a poco".
"Recuperación completa es una palabra muy grande; nadie que haya estado en un hospital 30 días está recuperado porque le den el alta, hay que dejar algún tiempo. Hay consecuencia a todos los niveles y uno puede empezar a incorporarse a su vida normal", ha matizado el doctor.
Sobre el motivo por el que se decidió explicar la posible causa de contagio de Teresa Romero al rozarse la cara con un guante, el gerente del centro ha explicado que se hizo ante la preocupación y alarma que existían en esos momentos entre los profesionales y la sociedad en general.
"Cuando hubo esa información a través de Teresa a un médico, se decidió informar en ese momento tanto a los profesionales sanitarios que atendían a la paciente, como a la opinión publica, sobre cuáles eran las posibles causas o vías de infección secundaria de la paciente, a causa realmente de la alarma e incertidumbre generada en la población general", ha asegurado.
Preguntado sobre las razones de la ausencia de la auxiliar en la rueda de prensa, ha argumentado que se trata de la opción de la paciente, que se ha respetado su opinión de no hacerlo y que ha decidido posteriormente dirigirse a los medios de comunicación.
Teresa Romero, según ha dicho, se encuentra "contentísima de haberse recuperado", según el gerente, y además una de sus compañeras, la enfermera Esther Bellón, ha coincidido en lo "animada" que está, aunque también "cansada".
"Ha vuelto a renacer -ha continuado- y ahora mismo se está dando cuenta de toda la trascendencia que ha tenido su enfermedad, tanto a nivel médico como psicológico".
En la comparecencia, el doctor Fernando de la Calle ha incidido en que este mes ha sido "duro desde el punto de vista científico" y que lo ha sido sobre todo al final con la "situación especial" de su compañera.
La enfermera Bellón ha lamentado "el rechazo brutal" que han sentido los sanitarios y sus familias por parte de la población por atender a enfermos de ébola y su tristeza por la muerte de los religiosos fallecidos por el virus, Miguel Pajares y Manuel García Viejo.
Esta compañera de Romero ha dicho sentirse en algún momento coartada e, incluso, ha asegurado que ha tenido que anular un viaje debido a esa "coacción". Pero la principal "alegría", según Bellón, es que "por fin se ha podido salvar un caso de ébola y, lo más importante, una compañera".
En la misma línea se ha expresado el doctor De la Calle, quien ha subrayado que "estamos preparados en nuestra sanidad para estas cosas y debemos estar todo el mundo muy contentos".
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