‘Orange is the new Black’ rompe estereotipos en su segunda temporada

El pasado 6 de junio arrancó la segunda entrega de la serie 'Orange is the new Black', creada por Jenji Kohan y basada en el libro autobiográfico de Piper Kerman. En esta nueva temporada, la protagonista Piper Chapman habrá sobrevivido a la zona de aislamiento cuando una noche será trasladada a otra prisión. Creyendo que ha matado a su archienemiga, una fundamentalista religiosa, Chapman tendrá que volver a buscar su sitio entre los nuevos barrotes, donde además se encontrará a una de sus compañeras. Mientras tanto en Litchfiel sus otras compañeras presas siguen con sus vidas rutinarias.
En esta nueva temporada la directora ha querido centrarse más en las historias de las mujeres que acompañan a la protagonista. De manera que, a través de flashbacks ha conseguido ir situando a cada personaje en su hilo conductor sin perder de vista las peripecias de Chapman. Y por supuesto, podemos ver cómo cada una de las presas ha ido evolucionando a medida que el guión lo ha requerido, de manera que los personajes han ido mostrando facetas inesperadas, como ocurre en cualquier otra serie.
'Orange is the new Black' ha conseguido que la crítica estadounidense se fije en su argumento teniendo las características contrarias a las comunes en las series que más triunfan. Aquí los protagonistas no son hombres y los creadores tampoco como pudo ocurrir en 'Breaking Bad' o 'Mad Men'. Aquí se muestran a todo tipo de mujeres, que en la mayoría de los casos no se ajustan a los roles que acostumbramos ver en la oferta televisiva.
Si recordamos otras series sobre mujeres que han tenido éxito podemos destacar 'Mujeres desesperadas' o 'Sexo en Nueva York', que no se asemejan para nada a esta tragicomedia carcelaria. Por otro lado hemos visto podido ver cómo las mujeres han ido cogiendo peso en series de éxito actual como Homeland, con una mujer como protagonista; 'Masters of Sex' o 'The Good Wife', e incluso 'Juego de Tronos' pero con ese cariz machista de la época en la que se mueve.
Machismo, homosexualidad, transexualidad, problemas de género y cómo sobrevivir el día a día sin esperar lo que vendrá después. Las presas de Lietchfiel todavía tienen mucho que luchar, vivir y arriesgar hasta que termine su paso por la cárcel. Pero para ello mejor será estar en el sitio correcto en el momento oportuno.