El Plan Director de la plaza Mayor prioriza la conservación con materiales tradicionales y mínima intervención

El Ayuntamiento de Madrid ha presentado el Plan Director de la Plaza Mayor, un documento técnico que orientará las futuras actuaciones en este enclave emblemático del centro histórico de la ciudad. La propuesta, elaborada bajo la coordinación del Área de Cultura, Turismo y Deporte, aboga por intervenir en las fachadas de este Bien de Interés Cultural mediante el uso de métodos y materiales tradicionales, y bajo principios de mínima intervención, compatibilidad, reversibilidad y legibilidad.
El plan establece que cualquier actuación deberá estar dirigida a la conservación y puesta en valor del conjunto, siempre con un enfoque respetuoso con su identidad histórica y arquitectónica. Las labores de limpieza y restauración de las fachadas se realizarán preservando las pátinas originales, empleando materiales estables y compatibles desde un punto de vista físico, químico y visual. Las reintegraciones, en caso de considerarse necesarias, deberán evitar la mimetización y aplicarse bajo estrictos criterios de reversibilidad.
El documento, de carácter técnico y estratégico, analiza la historia y estado actual de la plaza y su entorno inmediato, incluyendo más de cuarenta inmuebles de titularidad pública y privada. La intervención se fundamenta en tres fases: un estudio exhaustivo de la evolución del conjunto, un diagnóstico del estado actual y la definición de estrategias para su protección, gestión y valorización cultural.
Este enfoque multidisciplinar ha permitido abordar la plaza Mayor en todas sus dimensiones: arquitectónica, arqueológica, urbanística, medioambiental, paisajística y social. Se han incluido, además, estudios específicos sobre accesibilidad, mantenimiento, usos actuales, gobernanza, gestión cultural y cohesión social, así como un análisis de la percepción social del espacio.
El Plan Director subraya que la plaza Mayor no es solo un símbolo del patrimonio madrileño, sino también un espacio de convivencia en el que residen vecinos y trabajan comerciantes y hosteleros. Por ello, se apuesta por una conservación activa que garantice su sostenibilidad y compatibilidad con los usos sociales contemporáneos, reforzando su papel como escenario cotidiano y como referente cultural de la ciudad.