25 euros por persona

 25 euros por persona

Este año, cuando pague la declaración de la renta, sepa usted que, si son cuatro de familia, 100 euros de sus impuestos se dedicarán a sostener TVE y Radio Nacional de España.

Mantener una nómina de 6.000 empleados cuesta 1.200 millones de euros cada año, y aún así hay, todavía, un déficit de 600 millones más, que habrá que sacar de otras partidas, a lo mejor del rearme.

A mí no me parece mal, porque escucho Radio Nacional de España, y es impagable poder disfrutar de música clásica cuando te apetece, o encontrarme con las voces de buenos profesionales, como Pepa Fernández, y tantos otros, aunque echo de menos a esos buenos profesionales de la televisión -hay muchos y con gran talento- que están en nómina, y su talento no se desgasta, porque la mayoría de los programas se encargan a productoras ajenas.

He tenido y sigo teniendo buenos amigos, que demostraron su inteligencia y profesionalidad en la Televisión Pública, y que ya no están o pasean melancólicamente hacia la cafetería, porque no les encargan ningún trabajo creativo y se dedican a la rutina laboral. Hacía poco que había dejado de vestir pantalón corto, cuando visité los primeros estudios de TVE, cerca del Bernabéu. Me pareció mágico. Pero me pareció mucho más mágico después, al haber disfrutado, desde casa, con la visión de aquellos programas de Estudio 1, donde el teatro que no podíamos ver en provincias venía a domicilio, con actores y directores magníficos; aquellas series de Antonio Mercero; aquellas entrevistas de Joaquín Soler Serrano; aquella solvencia de los informativos de Ernesto Sáenz de Buruaga ("Así son las cosas, así se las hemos contado") aquella maestría de Pilar Miró, aquéllas tertulias de José Luis Balbín, y no me olvido de la llegada de Narciso Ibáñez Menta y Narciso Ibáñez Serrador, o de los programas de Fernando Navarrete.

Nunca he creído que cualquier tiempo pasado fuera mejor, simplemente éramos más jóvenes y el tiempo oculta los defectos e inconvenientes, pero me produce tanta sorpresa como sospecha que los programas se contraten a productoras privadas, como si los 6.000 empleados de RTVE fueran meros figurantes. Y, todavía peor, esa especie de entusiasmo por una programación hortera, en busca de la audiencia perdida. Si eso se extiende, me temo que, un mal día, en la magnífica Radio Clásica, sustituyan a Bethoven y Mozart, por compositores de zumba y raperos. Ahí sí que los 25 euros anuales, por persona y año, me parecerán un exceso.

Publish the Menu module to "offcanvas" position. Here you can publish other modules as well.
Learn More.