El cardenal Cobo regresa de Roma tras la elección del Papa León XIV

El Cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha regresado recientemente de Roma, donde participó en el cónclave que designó al nuevo pontífice, León XIV.
Su primer acto público tras este importante evento tuvo lugar durante la celebración del Domingo del Buen Pastor en la Catedral de la Almudena. Allí, acompañado por numerosos fieles y representantes de la diócesis, trasladó las primeras palabras de apoyo y comunión espiritual al nuevo Papa.
En su intervención, el cardenal Cobo comunicó la felicitación de la Archidiócesis de Madrid a León XIV y afirmó que “estamos presentes en la oración del Papa”. Estas palabras encontraron respuesta en el primer Regina Coeli dominical del pontífice, donde confirmó su cercanía y oración hacia la Iglesia madrileña.
La celebración de la Eucaristía a las 12:00 horas coincidió con la clausura de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Este acto reunió a vicarios episcopales, delegados diocesanos y numerosos fieles, que abarrotaron la catedral, llegando incluso a ocupar los pasillos laterales. La jornada se completó con una cadena de oración ininterrumpida en el Seminario Conciliar de Madrid, promovida por el colectivo Jóvenes Madrid.
Un mensaje de esperanza y compromiso
Durante la homilía, el cardenal Cobo expresó la alegría de acoger a un nuevo Papa y resaltó el papel esencial de la vocación cristiana. “Dios nos cuida, nos conduce y nos guía”, manifestó, al tiempo que recordó que cada persona ocupa un lugar específico dentro del plan divino. Subrayó también que el Papa se convierte en un signo de unidad para confirmar a los creyentes en la fe.
El arzobispo invitó a los asistentes a reflexionar sobre la misión que Dios tiene para cada uno, en este tiempo pascual, destacando que la vocación supone una respuesta de amor. “Dios saca lo mejor de nosotros y siempre cuenta con nosotros”, afirmó. Animó asimismo a los fieles a escuchar la voz divina tanto en su interior como en las circunstancias de su entorno, recordando la confianza que Dios deposita en cada ser humano.
En la parte final de su intervención, el cardenal Cobo recordó que todas las vocaciones nacen del Bautismo y se orientan a una misma finalidad: la construcción de la Iglesia. En este sentido, insistió en la importancia de superar las divisiones y de acompañar y cuidar las vocaciones que surgen del compromiso bautismal. Concluyó su mensaje con un mensaje de esperanza para la comunidad diocesana: “Tenemos futuro como Iglesia”.