El canario enjaulado canta más

 El canario enjaulado canta más

Empieza a ser una costumbre. No hay lunes sin susto en Moncloa, aunque este se adelantara y por partida doble al domingo.

Al impacto en el cielo de la boca de los wassaps publicados por El Mundo se sumó un nuevo akelarre de Renfe mientras Puente andaba a lo suyo, apedreando por las redes. El sobresalto ha vuelto, como las dos semanas anteriores, a ser morrocotudo y con un añadido más. Lo de los mensajes entre Ábalos y Sánchez tienen un componente añadido. Eso que los meteórologos de ahora llaman "un tren de tormentas". O sea, que vienen vagones de aguaceros y pedrisco uno tras otro.

De sus contenidos y calazones les supongo a ustedes ya informados y que cuando esto lean ya habrá tronado y caído algún rayo más. Pero lo que quizás interese reflexionar y preguntarse es por algunas cuestiones que pueden estar en el quid de la cuestión y darnos algunas pistas sobre lo por venir.

Lo primero es la evidencia que José Luis Ábalos guardó esos wassap cruzados con Sánchez desde, al menos y que por ahora sepamos, el año 2020 hasta el 2023 inclusive. Los guardó, los recogió, queda por saber si los seleccionó, en dos archivos de memoria y los dejó, o al menos una copia, bajo la custodia de su guardián del calabozo, Koldo. Fueron los que incautó la UCO y ya están en manos del juez.

Los mensajes que conocemos son hasta el momento unicamente los cruzados entre el y su jefe. Los de la serie primera tienen el tono exultante del primer pisado de moqueta y poder se circunscriben a ellos el 1 y el 2. Ponen de relieve la total sintonía entre ambos, aunque también la sumisión absoluta del valido hacia el Señor y como en conjunto actuaban para acoquinar a los nobles levantiscos del partido. Los de la segunda tanda descubren que tras la expulsión y destierro, no hubo decapitación y sí se produjo, y muy prontamente, una oculta reconciliación, la recuperación de ciertas prebendas, el escaño de diputado, y el retorno a la privanza hasta hace prácticamente anteayer. Siguen también teniendo un único interlocutor, Sánchez.

Y aquí empiezan las preguntas esenciales. ¿Conservó Ábalos tan solo esas capturas o son una selección interesada de lo que puede tener a buen recaudo aún? ¿Guarda todavía las que pueden ser del todo determinantes? Por ejemplo la que pudo mantener al respecto con el Presidente la noche de Barajas cuando aterrizo la vicepresidenta de Maduro o la que en otro momento pudo haber existido sobre el rescate de Air Europa. No lo sabemos. Estos wassap se quedan en lo que son las relaciones personales entre ambos y los manejos para engrilletar al partido, aunque se vislumbra que Pedro Sanchez era consciente de lo que se decía de su amigo y lo tildaba de "infundios".

Eso nos lleva a preguntarnos si existen también otras series de mensajes sobre otros asuntos y con otros interlocutores, por ejemplo los dos más afines y compañeros en la travesía del desierto, Cerdán, al cabo quien le sustituyó en su puesto en el partido después de su caída y de Koldo, que es ahora también compañero de proceso y, cuando toque, de banquillo. No sé por qué me barrunto que Cerdán está a punto de aparecer y algún ministro detrás.

Estas primeras ristras de wassap suenan por ello, a inicio o tal vez, y por ahora, a aviso, de una riada mucho mayor que en cualquier momento se puede precipitar. O no. Las conocidas parecen más bien un prólogo, limitándose a presentar a los personajes. El retrato de principio es dañino y demoledor pero de la trama de la novela, de la acción y los hechos llevados a cabo por la pareja protagonista, que seguro que huella hay, el que pudiera destaparlos y hablar ha demostrado no quererlo hacer. Se lo guarda como gran baza final para intentar salvarse de unas rejas y un oprobio que tiene cada vez más cerca. ¿Pero va a pagar solo por lo que seguramente entienda que para nada fue cosa exclusiva de él?. No sé, no sé. El canario enjaulado canta más y mejor.

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