¿Qué ver y hacer en Prádena del Rincón?

Prádena del Rincón es un hermoso municipio de la Comunidad de Madrid. Se ubica en el noreste de esta comunidad uniprovincial, en la región de la Sierra Norte, dentro de la denominada Sierra del Rincón, catalogada como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Un hacha fibrinolítica de la Edad del Bronce y otros restos prehistóricos fueron encontrados en su comuna en 1881, pero no se han realizado excavaciones que confirmen la existencia de posibles asentamientos humanos de la época.
Los restos romanos también parecían relacionados con su red de comunicación. No hay fecha exacta de su fundación, pero ya en la jurisdicción de Sepúlveda de 1076, dada por el rey Alfonso VI, se menciona la tierra entre los valles del Lozoya y el Jarama donde se ubica hoy, entre otros pueblos, Prádena.
Y fue el mismo rey quien conquistó a los musulmanes en 1085 la Plaza de Buitrago del Lozoya, que formaba parte del reino de Toledo. Es a partir de 1096, cuando Alfonso VI concede a Buitrago un privilegio de repoblación y las armas de su escudo: un toro y una encina con la leyenda "ad alenda pecora" o "dar de comer al ganado"; una comunidad de villa y Tierra conectada con este núcleo de población y en la que Prádena del Rincón estuvo con otros pueblos de la comarca. Por estas razones podemos situar la Fundación de Prádena entre 1085 y 1096.
Todo lo que no te debes perder en una escapada a Prádena del Rincón
La Iglesia Parroquial de Prádena del Rincón, llamada Santo Domingo de Silos, pertenece a una serie de pequeños edificios religiosos cercanos a Buitrago. De una sola nave, la iglesia se articula en planta en torno a su eje.
El elemento principal es el ábside de medio cilindro al exterior, cubierto por una bóveda y abierto a la nave central mediante arcos-diafragma, de distintas alturas, de manera que el de clave más baja, todo el ábside y el presbítero con la resto de la nave. El techo es de teja y los aleros están formados con paja de piedra.
La cabecera de la iglesia se cubre con bóveda de crucería, el resto de la nave única se cubre con cubierta en forma de manso, de dos ménsulas y cuadrada en el encuentro con la cabecera. En el exterior, la tapa está rematada con teja árabe a dos aguas. Por su pórtico norte volado, se considera uno de los mejores ejemplos del mudéjar madrileño.
Durante las obras de restauración de la iglesia, en 2011 se hizo un curioso hallazgo en ella: tres tallas, de estilo gótico, aunque con funciones de archivo, al parecer del siglo XIV. Representan a la Virgen, a San Juan, posiblemente partes de un Calvario y un monje, quizás Santo Domingo de Silos o, más probablemente, Santo Tomé, a quien se consagró la iglesia antes de 1529. Dos de ellos fueron decapitados, y los tres parecían estar enterrados en un nicho en el atrio norte de la iglesia.