El Marañón inicia un ensayo para controlar el temblor con electrodos

El Hospital Gregorio Marañón, en Madrid, participa en un nuevo proyecto internacional que busca reducir el temblor provocado por enfermedades que causan trastornos del movimiento, como el párkinson, implantando en músculos de los pacientes un prototipo de electrodos de detección y estimulación.
Según explica la Comunidad de Madrid, investigadores del Marañón se han sumado a este ensayo internacional, denominado EXTEND y financiado por la Unión Europea, en el que colaboran entidades españolas como el Instituto Cajal-CSIC y la Universidad Pompeu y Fabra; la británica Imperial College de Londres; y las empresas de biotecnología Fraunhofer, de Alemania, y Ossur, de Islandia.
No obstante, el Gregorio Marañón es, de momento, el único centro hospitalario que aportará los pacientes en su primera fase.
La Unidad del Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología de este hospital, dirigida por el doctor Francisco Grandas, ha comenzado ya la inclusión de pacientes con Temblor Esencial en este proyecto para la implantación de electrodos intramusculares y, en breve, se sumarán afectados con enfermedad de párkinson.
La finalidad de este proyecto es reducir la amplitud del temblor a través de mecanismos inhibitorios espinales.
El Temblor Esencial es el trastorno del movimiento más frecuente hoy en día ya que afecta al 0,5 % de la población general y, además, su prevalencia aumenta hasta entre el 5 y el 14 % en mayores de 65 años.
Aunque esta patología puede ser muy incapacitante, alrededor del 60 % de los pacientes puede mejorar con fármacos, mientras que para el resto de enfermos la alternativa es el tratamiento neuroquirúrgico, basado normalmente en la estimulación cerebral profunda o talamotomía.
El desarrollo de un nuevo tratamiento para el temblor, basado en implantes intramusculares de electrodos ‘inteligentes’ capaces de detectar la actividad muscular y generar impulsos eléctricos para modular los mecanismos inhibitorios de la médula espinal, supondría un importante avance en el tratamiento de esta patología, aplicable probablemente a otros tipos de temblor como el parkinsoniano o rúbrico.