¿Por qué se celebra San Isidro Labrador el 15 de mayo?
El 15 de mayo se celebra unas de las fiestas grandes de la capital; San Isidro Labrador. Muchas han sido las biografías publicadas respecto a este santo, pero a día de hoy todas son muy confusas; la falta de hechos documentados hace que las historias se distorsionen, pero, ¿por qué celebrar esta festividad el 15 de mayo?
La vida de San Isidro se sitúa a caballo entre los siglos XI y XII. Hijo de una familia mozárabe, nació en una villa conquistada por los cristianos; Madrid. San Isidro fue pocero y labrador, concretamente jornalero, ya que no tenía ninguna tierra propia y habitualmente se encontraba bajo el servicio de un rico propietario; Juan de Vargas.
Según relatan algunas hagiografías, a lo largo de su trayectoria vital protagonizó hechos sorprendentes que posteriormente serían interpretados por el pueblo como milagros. Hacer que el agua brotase cuando más se necesitaba gracias a su aguijada, adelantar a los demás en el trabajo a pesar de las horas que invertía rezando, dar de comer a pájaros y pobres sin que su olla lo resintiera, etc.
A pesar de que estos milagros no están documentados, dos hechos en 1212 vindicaron su figura: el descubrimiento de su cuerpo incorrupto y el testimonio de que el rey Alfonso VIII contó con su ayuda en la victoria de las Navas de Tolosa. Ese mismo año los restos del santo fueron trasladados al interior de la parroquia, y desde entonces el pueblo madrileño comenzó a manifestar su fe por San Isidro.
Tras el Concilio de Trento, la Iglesia decide reformar sus costumbres, aplicando así una regularización a la situación de culto del santo. Tras largas investigaciones, el Papa lo declara santo y decide establecer su festividad el día 15 de mayo. Según consta en el decreto de 1619, el Papa dispone que en tal día se celebra la "fiesta de la traslación". Esto puede referirse a la procesión que se llevó a acabo en 1212 y trasladó el cuerpo de San Isidro al interior de la iglesia de San Andrés.
