Villarejo de Salvanés repudia el crimen machista y pide que se denuncie el maltrato

Los vecinos de Villarejo de Salvanés han repudiado hoy el asesinato de una vecina y su novio supuestamente a manos de la expareja de ella, en un acto en el que el alcalde ha condenado el crimen machista y ha reconocido que las instituciones fallaron, pero también los vecinos que no denunciaron…

A las doce del mediodía varias decenas de vecinos de Villarejo se han congregado en la puerta del Ayuntamiento de la localidad convocados por el alcalde, Marco Antonio Ayuso, quien ha leído un manifiesto para repudiar el crimen machista.

Tras guardar un minuto de silencio, se han dirigido a pie hacia el domicilio en el que fueron asesinados la joven Hanae y su pareja actual, Mustafá, en la cercana calle Clara Palacios, y han depositado en la puerta un ramo de flores y unas velas.

El manifiesto sostiene que "es obligatoria esta condena por parte de la sociedad" para que no haya "ni un huérfano más, ni una vida rota más, ni una familia destrozada más", y afirma que hay que seguir condenando y trabajando desde las instituciones para que se denuncie y se solicite ayuda.

Para el alcalde, la base para erradicar esta lacra es la educación en el respeto a los demás y ha incidido, en declaraciones a los periodistas, en que "no valen órdenes de alejamiento", ya que el presunto agresor tenía una, a pesar de lo cual mató a la mujer "tras contar a sus allegados que la iba a matar, y nadie hizo nada".

"Esto se tiene que poner en conocimiento de la Guardia Civil o de la Policía Local, porque si no, se hace un flaco favor a la sociedad", ha dicho Ayuso, que ha reconocido que "las instituciones fallaron, pero no solo ellas, sino también la sociedad".

Ha precisado que el supuesto agresor vivía en un coche en las afueras de la localidad desde que la separación hace unos meses y la Guardia Civil lo sabía y controlaba, y además el Observatorio de la violencia machista está justo enfrente de la vivienda en la que ocurrieron los hechos y la Policía Municipal a escasos metros.

En cuanto a los niños del presunto agresor y su expareja, de 8 y 4 años, ha explicado que unos primos de la mujer quisieron hacerse cargo de ellos tras el suceso, al igual que su abuela materna, pero la jueza a la que compete el caso decidió que permanezcan por el momento en un centro de la Comunidad de Madrid.

Varias vecinas del municipio han expresado su repulsa al crimen y han relatado que, aunque no conocían mucho a la joven asesinada, sabían que su expareja había dicho por el pueblo que la iba a matar.

Otros vecinos y una trabajadora del matadero Cárnicas Ragel, en el que el presunto asesino trabajaba como matarife, han dicho era un hombre "normal", aunque le había afectado mucho la separación.

Esta tragedia ha provocado un encontronazo entre una mujer y otro vecino -de unos setenta años-, quien ha dicho a los periodistas que el presunto agresor "estaba abandonado" por su exmujer y "en realidad ella le quitó la vida".

Estas afirmaciones han motivado el rechazo de varias vecinas y especialmente de esta mujer, que le ha replicado que "los crímenes machistas no tiene justificación".