Otra legislatura sin una nueva ley electoral, será la última

Pese a los intentos hasta el último momento del Partido Popular, la reforma de la ley electoral regional por la que los madrileños podrían haber elegido de forma directa a un tercio de sus representantes en la Asamblea de Madrid (43 diputados) no verá la luz. Y no la verá porque las guerras internas y la falta de coherencia de los grupos que ahora son oposición han impedido que esta propuesta de representación directa, que la sociedad lleva ya más de un lustro reclamando, nazca robusta, aunque el primer ejercicio no fuese en las elecciones del próximo 24 de mayo.

Reuniones y más reuniones, y un año de trabajo de una Comisión que dejó la puerta abierta a que la reforma electoral fuese acometida en solitario por el Partido Popular, que goza de una amplia mayoría absoluta y solo hubiese necesitado una simple. Los populares también apostaron por, de forma conjunta y paralela, reducir el número de diputados de la Asamblea de Madrid, pero la oposición también dijo no.

Las encuestas vaticinan dos futuras realidades claras: que ningún partido obtendrá mayoría absoluta el próximo 24 de mayo, y que el Partido Popular será el ganador de los comicios. En la próxima legislatura la reforma electoral verá la luz, y los madrileños que voten en el año 2019 lo harán directamente a sus representantes. La mengua de PP y PSOE, los nuevos tiempos –que no lo son tanto- y la irrupción de Ciudadanos (C's) harán que la marea de la representación directa no sea sostenido por ningún dique demagógico. Conste que el PP ya se ha mojado.