La decadencia de la izquierda

Hay opciones políticas a las que les sienta mejor el pasado que el futuro.
Es el caso de las izquierdas que orbitan alrededor del hoy desdibujado Partido Comunista de España. La lenta pero sostenida caída de Sumar en todas las encuestas es un claro ejemplo de esa decadencia. Declive que también aqueja a Podemos, el movimiento que hace una década llegó a conseguir 69 diputados .Hoy tiene cinco y oscila en los sondeos con la expectativa de lograr mantener esa cifra en unas próximas elecciones. La fase de vaporización en la que han entrado las izquierdas alcanza también al histórico PCE que, camuflado en Izquierda Unida, había conseguido sobrevivir pero ya sin comparecer formalmente con sus siglas. Pese a su declive demoscópico, de la mano de Pedro Sánchez, por primera vez desde la recuperación de la democracia algunos de sus dirigentes (Sira Rego, Enrique Santiago) han llegado a formar parte del Gobierno de España, circunstancia que no se había producido desde la Segunda República .
La decadencia de los partidos situados a la izquierda del PSOE obedece a diversas causas. Entre otras, una no menor es la pérdida de credibilidad en términos históricos del mensaje comunista sometido a la erosión que provocó la caída en toda Europa de los regímenes soviéticos y el definitivo hundimiento de la URSS. Por no hablar del descrédito que, en términos de sistema político, exportan a diario dictaduras iberoamericanas como Cuba o Nicaragua.
En el caso español esa mengua de respaldo también se explica por la fragmentación de las propias organizaciones. Sumar es o era el resultado de los pactos de hasta una quincena de grupos. Que el horizonte que se anuncia para estas organizaciones tienda a ser menguante no quiere decir que quienes les apoyaban hasta hace unos años hayan dejado de hacerlo para siempre. Lo más probable es que una parte no desdeñable esté dispuesta a votar al PSOE mientras que otra esté moviéndose en la abstención o apoyando los pequeños partidos con implantación regional tipo la CUP en Cataluña, Compromís en Valencia o el BNG en Galicia. Pese a la fase menguante por la que atraviesan siguen contando en la vida política española, en la medida que comparecen dispuestas a complementar las carencias parlamentarias de Pedro Sánchez .Hay decadencias que pueden llegar a ser rentables.