Maquillaje natural: la tendencia "make up no make up"
“Sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate…” Maquillarte, desmaquillarte y volver a maquillarte, seguro que has caído en este bucle”.
El maquillaje lo solemos utilizar cuando no nos vemos bien o simplemente cuando nos queremos ver mejor. Generalizando, lo usamos a modo de rutina: ¿Qué hago antes de salir de casa? Maquillarme. Lo hacemos tan inconscientemente que se ha convertido en una parte más del look, incluso escogemos los productos basándonos en el conjunto que llevemos. Por ejemplo, si llevas un total look negro, son imprescindibles unos labios rojos para destacar. Sin embargo, si luces un conjunto lleno de colores, es incompatible maquillarte con todas las sombras habidas y por haber, (si tu idea es combinarlo).
El maquillaje empezó en el contexto de las películas de Hollywood. Las productoras empezaron a utilizar mucha iluminación, incluso haciendo abuso de la luz y esto provocaba que los rostros se vieran mejor, y, por ende, las imperfecciones como el acné se notara mucho más que con una luz oscura. De este modo, comenzaron a emplear maquillaje en la piel, para disimular aquello que la sociedad denominaba imperfecto. El maquillaje de Hollywood ha llegado tan lejos, que casi no podemos salir a la calle sin él. Sin embargo, hay un punto medio, eso que dicen de “menos es más”, se puede llevar a rajatabla con el maquillaje. Con esto quiero decir, hacerte un maquillaje que cubra tus imperfecciones, pero que no se vea ni sobrecargado, ni exagerado. Esta técnica se llama el make up no make up, o maquillaje natural.
Esta tendencia ha ganado popularidad en los últimos años. Esta técnica se enfoca en realzar la belleza natural del rostro, logrando un acabado fresco y ligero, sin aparentar estar maquillada. La clave de este estilo radica en utilizar productos que unifiquen el tono de la piel, disimulen pequeñas imperfecciones y den un aspecto saludable y luminoso, todo sin cargar demasiado el rostro.
Cómo lograr un look "make up no make up"
El primer paso fundamental para conseguir este estilo es preparar adecuadamente la piel. Una buena rutina de limpieza e hidratación es esencial para que el maquillaje se vea impecable. Se recomienda usar una base ligera o una BB cream que iguale el tono de la piel, evitando fórmulas demasiado pesadas. El corrector se aplica de manera sutil en zonas específicas como ojeras o pequeños granitos.
Para aportar un toque de color y vida al rostro, el rubor es un aliado imprescindible. Es preferible optar por tonos melocotón o rosados aplicados de forma difuminada en las mejillas. Además, un toque de iluminador en puntos estratégicos como los pómulos o el arco de la ceja ayuda a conseguir un brillo natural.
En cuanto a los ojos, el maquillaje "no make up" aboga por unas pestañas definidas, pero no exageradas, por lo que una capa ligera de máscara de pestañas es suficiente. Las sombras en tonos neutros, como beige o marrón claro, también contribuyen a un look suave y sin esfuerzo. Para los labios, un bálsamo o un labial en tonos nude completan este estilo natural.
El "make up no make up" es una opción ideal para el día a día, ya que es rápido de aplicar y resulta muy favorecedor. Además, encaja con la tendencia actual de priorizar el cuidado de la piel sobre el uso excesivo de productos de maquillaje. Esta técnica busca resaltar la belleza propia de cada persona, promoviendo una imagen más real y natural.
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