Madrid prolonga el Parque Lineal del Manzanares hasta la Caja Mágica

El Ayuntamiento de Madrid ha alargado el Parque Lineal del Manzanares hasta la Caja Mágica con la construcción de una nueva zona verde urbana de carácter forestal de 3,9 hectáreas entre la calle Mezquita y el centro deportivo.
El nuevo espacio, que antes se utilizaba como aparcamiento ilegal y vertedero incontrolado de residuos, conectará desde ahora el camino de Perales con el río Manzanares, según informa en un comunicado el Área de Medioambiente y Movilidad del Ayuntamiento.
En esta zona verde se han habilitado caminos y acceso que reproducen la estructura del Parque Lineal, y se han plantado árboles en las alineaciones de los caminos y bosquetes de pino dentro de los parterres.
También se ha construido un estanque de tormentas enterrado, con su correspondiente aliviadero hacia el río.
Además, se han instalado dos áreas de juegos infantiles, un área para mayores con elementos lúdicos y dos zonas deportivas.
El talud que separa la parcela del río Manzanares se ha acondicionado con la plantación de 270 ejemplares de pinos piñoneros. El resto del arbolado se ha repartido entre la creación de una zona central con 160 pinos, alineaciones con 76 almeces y 60 plátanos de sombra en los paseos y una pantalla vegetal con 100 chopos.
En las zonas estanciales se han introducido árboles de porte medio y floración primaveral como ciruelos (10), perales (15), grupos de cedros (11) y cipreses (21). En total se han plantado 723 árboles y 250 arbustos.
Estas especies se han seleccionado teniendo en cuenta la menor exigencia hídrica y su mayor adaptación a la zona, creando un parque sostenible social y ambientalmente. Asimismo, se ha instalado una red de riego automático con agua regenerada y otra de alumbrado público de bajo consumo que minimiza el gasto de agua y luz. Las obras han tenido un coste de 520.668 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
Por otra parte, el Área de Medioambiente y Movilidad ha plantado 2.322 unidades de frondosas en una parcela de 13,5 hectáreas junto al río Manzanares, en el distrito de Villaverde, para transformarla en un área verde de carácter forestal que se utilizará como sumidero de captación de dióxido de carbono (CO2), uno de los gases contaminantes de efecto invernadero, para dar cumplimiento al protocolo de Kioto, que será sustituido por el de París en 2020.
La parcela era un terreno baldío y sin ordenar que linda al norte con el río Manzanares, al sur con la autovía M-45 y al oeste con la avenida de los Rosales.
Las actuaciones medioambientales realizadas han consistido en la limpieza y desbroce del terreno, la plantación de arbolado de diferentes especies de rápido desarrollo y la instalación de una red de riego de agua regenerada, todo ello con cargo al contrato de conservación de Madrid Río.
Los árboles plantados son 1.455 chopos negros, 371 fresnos, 316 almeces, 150 pinos piñoneros y 30 cipreses. Además, toda la parcela cuenta con red de riego de agua regenerada para potenciar el ahorro de agua potable y utiliza un sistema más eficiente y adaptado a las especies utilizadas.