La 84.ª edición de la Feria del Libro de Madrid ha concluido con un notable éxito, tanto en asistencia como en volumen de negocio.
Según los datos provisionales ofrecidos por la organización este domingo, el evento ha recibido 604.695 visitantes únicos y ha generado un volumen de ventas de 7,5 millones de euros. Este balance se ha calculado con datos recogidos hasta las 21:00 del jueves 12 de junio, momento en el que ya se habían vendido 450.749 ejemplares.
A pesar de haber enfrentado dos cierres parciales —el viernes 30 de mayo y el lunes 9 de junio—, las cifras superan las alcanzadas en 2024. La directora de la Feria, Eva Orúe, subrayó en rueda de prensa que estos resultados reflejan la fortaleza del evento como “una feria comercial, popular y de venta directa de libros”.
Del total de asistentes, casi dos tercios proceden de la Comunidad de Madrid. En concreto, más de 280.000 personas residen en la capital y más de 111.000 en municipios como Leganés, Fuenlabrada, Getafe y Móstoles. A ellos se suman más de 107.000 visitantes llegados desde otras regiones de España y más de 104.000 internacionales, con especial presencia de ciudadanos de Estados Unidos, Francia e Italia.
Los sábados 31 de mayo y 7 de junio fueron los días de mayor afluencia. Aunque el informe no recoge la localización de menores, la organización destaca la notable presencia de público infantil y juvenil, especialmente en actividades escolares, talleres del Pabellón Infantil y firmas de autoras y autores de literatura juvenil.
La directora Eva Orúe defendió la riqueza del programa, compuesto por más de 400 actividades repartidas en distintos espacios. “Quienes aseguran que este es un evento meramente comercial no se han leído el programa”, afirmó, reivindicando el carácter híbrido de una feria que combina venta con una intensa vida cultural. Las actividades alcanzaron aforos casi completos en la mayoría de franjas horarias, lo que confirma una tendencia ascendente ya observada en ediciones anteriores.
Entre las novedades destacadas, el Pabellón Iberoamericano, impulsado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, ha sido uno de los grandes atractivos. Acogió más de 70 actividades sobre lengua, migración e identidad, y sirvió como plataforma para visibilizar el ecosistema editorial latinoamericano presente en Madrid.
También fueron bien recibidos nuevos formatos como los homenajes a figuras literarias —Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Lorca o Paul Auster— y las emisiones en directo de pódcast y programas de radio como Deforme Semanal o ¿Te quedas a leer?, que conectaron la lectura con nuevos públicos y lenguajes contemporáneos.
Durante la rueda de prensa de clausura también se reveló que la 85.ª Feria del Libro de Madrid, prevista del 29 de mayo al 14 de junio de 2026, estará dedicada al humor como hilo conductor. Según la organización, se trata de un género que atraviesa todas las formas de la literatura, desde la narrativa hasta el cómic.
El humorista Joaquín Reyes participó en el anuncio y celebró la decisión: “Ya era hora de dedicarle una edición al humor. Tiene ese estigma de frivolidad, pero puede ser profundamente conmovedor”. La próxima edición intentará explorar sus múltiples matices, desde la sátira hasta la comedia popular, con el objetivo de reivindicarlo como una herramienta literaria de primer nivel.
La Feria del Libro de Madrid, que ha sabido adaptarse con éxito a los cambios y desafíos, se consolida así como uno de los grandes eventos culturales del país, tanto por sus cifras como por su capacidad de conectar con públicos diversos.