El Hospital 12 de Octubre lidera un ensayo para mejorar la supervivencia en cáncer neuroendocrino
El Hospital 12 de Octubre de Madrid está al frente de un innovador ensayo clínico en pacientes con cáncer neuroendocrino digestivo metastásico de alto grado. Esta investigación, la primera en explorar la combinación de quimioterapia e inmunoterapia como tratamiento inicial para este tipo de tumores, muestra resultados prometedores: la tasa de supervivencia de los pacientes tratados con la combinación de ambas terapias se duplica en comparación con la obtenida únicamente con quimioterapia, según datos divulgados por la Comunidad de Madrid.
Este ensayo multicéntrico ha involucrado a 40 pacientes de diez hospitales en España. Los cánceres neuroendocrinos de alto grado son conocidos por su agresividad y cuentan actualmente con una media de supervivencia de unos once meses. La doctora Rocío García Carbonero, oncóloga del Hospital 12 de Octubre y jefa del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Neuroendocrinos del Instituto de Investigación i+12, dirige esta investigación y ha calificado los resultados como "muy esperanzadores". No obstante, la doctora apunta que, para consolidar estos hallazgos, se llevará a cabo un nuevo estudio aleatorizado con un grupo control que reciba solo quimioterapia.
La inmunoterapia como aliado en el tratamiento del cáncer neuroendocrino
La inmunoterapia, un tratamiento que estimula el sistema inmunológico del paciente para que ataque al tumor, ha demostrado ya su efectividad en otros tipos de cáncer, como el de pulmón, riñón, vejiga y melanoma. Sin embargo, este ensayo es el primero en evaluar su impacto en pacientes con tumores neuroendocrinos digestivos de alto grado en una fase inicial de tratamiento.
Estos tumores son considerados raros, pues tienen una incidencia de aproximadamente un caso nuevo por cada 100.000 habitantes al año. Por esta razón, hasta ahora, los ensayos clínicos con inmunoterapia se habían reservado para pacientes que ya no respondían a la quimioterapia. La doctora García Carbonero señala que estos tumores son “muy huérfanos de tratamiento”, lo que explica la escasez de investigaciones sobre terapias innovadoras en esta área.
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