'El niño y los sortilegios' llega al Real Teatro de Retiro del 9 al 24 de noviembre
El Real Teatro de Retiro acogerá del 9 al 24 de noviembre doce funciones de la ópera El niño y los sortilegios de Maurice Ravel, una propuesta destinada a toda la familia y recomendada para niños mayores de ocho años.
Esta producción, interpretada en castellano, busca enseñar el valor de la empatía a través de la historia de un niño que, al interactuar con el mundo que lo rodea, descubre la importancia de ponerse en el lugar de los demás.
Con una duración aproximada de una hora, esta ópera cuenta con un reparto de ocho jóvenes talentos, integrantes del programa Crescendo de la Fundación Amigos del Teatro Real. Este programa ofrece valiosas oportunidades profesionales a jóvenes cantantes y pianistas, tal como se destacó en la rueda de prensa de presentación del espectáculo. La iniciativa busca, en palabras de Leire Benito, directora del programa Crescendo, "apostar por el talento joven" y acercar el arte operístico a las nuevas generaciones, en el marco del 150 aniversario del nacimiento de Ravel.
La obra, con sesiones dobles los fines de semana —a las 12:00 y 17:30 los sábados, y a las 11:00 y 13:00 los domingos— contará también con diez funciones en días lectivos dirigidas a centros educativos, facilitando así que escolares descubran el género operístico. Según explicó el director de escena, Alfonso Romero, la puesta en escena de El niño y los sortilegios apuesta por una interpretación coral, donde los integrantes del reparto asumen diversos personajes. Este enfoque de trabajo en equipo se refuerza con una puesta en escena minimalista, sin el uso de tecnologías avanzadas, dejando el peso visual en el trabajo artesanal de maquillaje y utilería, que recrean a los personajes.
Romero subrayó que esta decisión es parte de una apuesta por el arte teatral en su forma más pura, buscando que la atención se centre en la interpretación y la interacción entre los personajes. Así, la ópera cobra vida a través de un estilo visual clásico que celebra la creatividad manual, en contraste con las producciones tecnológicas habituales.
El director musical, Miguel Huertas, destacó la sofisticación de la partitura de piano en El niño y los sortilegios, una obra en la que Ravel explora un mundo sonoro inusual, considerado avanzado para la época. Huertas expresó su satisfacción al trabajar con el joven reparto, a quienes define como "compañeros con menos horas de vuelo", valorando el potencial y profesionalismo de los jóvenes músicos que integran el elenco.
Entre los miembros del reparto destaca la mezzosoprano Andrea Rey Gil, quien interpreta a la Mamá, la Libélula y la Taza China. Rey Gil afirmó que su participación en Crescendo ha sido una experiencia transformadora, señalando que para muchos de sus compañeros esta plataforma ha significado un cambio de vida al ofrecerles un primer acercamiento profesional al mundo de la ópera. Además, subrayó que aunque la obra esté orientada a un público joven, tiene elementos que capturarán el interés de espectadores de todas las edades.
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