La Cámara de Comercio rechaza la propuesta de convertir en permanentes los impuestos extraordinarios a la banca y la energía
La Cámara de Comercio de España se ha manifestado en contra de la posible conversión en permanentes de los gravámenes temporales establecidos en 2022 sobre los ingresos de los sectores bancario y energético, argumentando que esta medida podría tener un “impacto negativo” en la economía española.
En un comunicado reciente, la Cámara ha destacado que las circunstancias económicas actuales han cambiado desde la implementación inicial de estos gravámenes extraordinarios. A su juicio, mantener estos impuestos ahora, cuando ambos sectores “ya soportan una elevada carga fiscal”, podría afectar de forma perjudicial la inversión y la competitividad.
Riesgo para la inversión en el sector energético
La Cámara ha alertado de que un impuesto permanente sobre el sector energético podría resultar “económicamente contraproducente”, ya que no solo incrementaría la presión fiscal, sino que también podría disuadir futuras inversiones clave para el desarrollo de la industria. Este efecto sería especialmente perjudicial en un contexto de transición energética y apuesta por la sostenibilidad, donde se necesitan importantes recursos para alcanzar los objetivos medioambientales.
Efectos negativos en la banca y el crédito
En cuanto al sector bancario, la Cámara ha advertido que mantener el gravamen afectaría “negativamente” la competitividad del sistema financiero español. Esta pérdida de competitividad podría, además, comprometer el acceso al crédito de empresas y familias, limitando el crecimiento económico y el consumo, elementos esenciales para la reactivación de la economía.
José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio, ha defendido la necesidad de “reducir la presión fiscal” para favorecer la actividad empresarial y, en consecuencia, la creación de empleo. Además, ha enfatizado la importancia de establecer un “marco regulatorio estable y predecible” que brinde seguridad jurídica, fomente la atracción de inversiones y apoye la innovación en ambos sectores.
De esta forma, la Cámara de Comercio de España subraya su postura a favor de reducir las cargas fiscales sobre las empresas, apostando por un entorno que facilite la recuperación económica en lugar de obstaculizarla.
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