El TSJM confirma la absolución de los policías que abatieron a un joven en Vallecas
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la sentencia que absolvió a tres agentes de la Policía Nacional por el abatimiento a tiros de un joven de 21 años el 26 de noviembre de 2021 en Vallecas.
Los magistrados desestimaron el recurso presentado contra la resolución de abril de 2024 que exoneró a los policías, ratificando la existencia de una eximente completa de legítima defensa.
Actuación en legítima defensa
El jurado popular que enjuició los hechos concluyó que los agentes actuaron en legítima defensa, lo que les exime de responsabilidad penal. La sentencia del TSJM respalda esta valoración, señalando que "no existe arbitrariedad" en la motivación de la resolución apelada, lo que garantiza el derecho a la tutela judicial efectiva.
Los hechos en Vallecas
El incidente ocurrió la tarde del 26 de noviembre de 2021, cuando los agentes subieron en ascensor a la novena planta del edificio. En cuestión de segundos, fueron atacados violentamente por el joven, que se abalanzó sobre ellos con un cuchillo sin mediar palabra. En respuesta, los policías dispararon cerca de 19 veces, de los cuales cuatro impactos en el abdomen provocaron la muerte del joven por shock hipovolémico.
Uno de los agentes, en su derecho a la última palabra, expresó que actuaron para defender sus vidas, afirmando que "Kevyn no nos dejó más opciones".
Exoneración completa pese a las demandas de la familia
La familia del fallecido solicitaba una condena de cinco años de cárcel basándose en una eximente incompleta, argumentando que los agentes debían asumir alguna responsabilidad por lo sucedido. Sin embargo, la eximente completa fue apreciada por el tribunal, ya que se determinó que los policías actuaron para evitar una agresión mortal.
Estado de la víctima y pruebas periciales
Durante el juicio, los forenses testificaron que el joven había consumido tres tipos de drogas, entre ellas éxtasis, lo que contribuyó a su estado de extrema agresividad. A pesar de los disparos recibidos, los agentes tuvieron que esposar al joven mientras los equipos sanitarios lo atendían, ya que seguía mostrando signos de agitación.
El jurado también visionó una recreación visual de lo sucedido, donde se mostró cómo los policías se vieron obligados a desenfundar sus armas al ser atacados en un espacio reducido, lo que dejó pocas opciones para la contención del agresor.
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