Dávila destaca el éxito del programa Primera Experiencia Profesional en Madrid
El 75% de los 400 jóvenes de entre 18 y 29 años en situación de vulnerabilidad que han participado en el programa Primera Experiencia Profesional de la Comunidad de Madrid han conseguido empleo en sectores como la hostelería, restauración, logística, construcción o mantenimiento.
Así lo ha destacado este lunes la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, durante la firma de un acuerdo con la Federación de Plataformas Sociales Pinardi, que permitirá la continuidad de esta iniciativa destinada a ofrecer oportunidades laborales a jóvenes que abandonaron los estudios de forma prematura.
Dávila subrayó el "compromiso" de la Comunidad de Madrid con el "futuro y bienestar social, emocional y laboral de los jóvenes" y elogió "el papel esencial" que desempeña Pinardi y sus educadores. Asimismo, agradeció la "colaboración indispensable" de las empresas que participan en el programa. Según la consejera, este proyecto no solo facilita la inserción laboral, sino que también permite a los jóvenes "ganar confianza en sí mismos", especialmente aquellos que dejaron los estudios. Durante el evento, también se destacó que un 8% de los participantes han decidido retomar sus estudios, lo que pone de relieve el impacto positivo del programa.
El programa Primera Experiencia Profesional, puesto en marcha en 2022 con una inversión de casi 5 millones de euros, financiados por el Gobierno regional y fondos europeos, tiene como objetivo principal conectar a jóvenes en situación de vulnerabilidad con el mundo laboral. Hasta el momento, 15 empresas de distintos sectores se han adherido a la iniciativa, entre ellas compañías del ámbito de la hostelería, restauración, logística, construcción y mantenimiento.
El proceso de formación de los jóvenes se desarrolla en tres fases. La primera, llamada "fase de activación", se centra en perfeccionar sus habilidades y en que los participantes conozcan a las empresas colaboradoras. En la segunda fase, denominada "inmersión", los jóvenes reciben formación técnica dentro de las empresas, aplicando lo aprendido en un entorno real. Finalmente, en la tercera fase se trabaja en la incorporación definitiva al mercado laboral, y se fomenta el retorno a los estudios para la obtención de un título académico.
La duración del programa varía entre dos y seis meses, dependiendo del sector y del puesto de trabajo, y una vez finalizado, se realiza un seguimiento personalizado durante un año para garantizar el éxito de la inserción laboral.
La Comunidad de Madrid ha señalado que este programa ofrece una "oportunidad de recuperación" para los jóvenes en situación de vulnerabilidad, facilitando su integración en el mercado laboral y proporcionando un apoyo personalizado. Además de las becas y tutorías en el lugar de trabajo, el programa promueve que los jóvenes puedan simultáneamente reinsertarse en el ámbito académico y profesional.
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