El Papa Francisco celebra una misa multitudinaria en Timor Oriental ante 600.000 personas
El Papa Francisco ha celebrado una misa multitudinaria en Dili, la capital de Timor Oriental, a la que han asistido 600.000 personas, prácticamente la mitad de la población del país. Durante la ceremonia, el Pontífice ha subrayado la importancia de la humildad y de "hacerse pequeños" para permitir que Dios actúe y haga milagros.
La misa tuvo lugar en la explanada de Taci Tolu, donde el Papa instó a los presentes a "no tener miedo" de volverse "pequeños ante Dios y ante los demás", destacando la importancia de sacrificar el tiempo y los planes personales para ayudar a otros. "No tengamos miedo de reducir nuestros planes cuando sea necesario, no para disminuirlos, sino para hacerlos aún más hermosos mediante el don de nosotros mismos y la aceptación de los demás", dijo el Papa en su homilía, pronunciada en español.
Antes de la misa, el Papa Francisco visitó a niños con graves discapacidades y se reunió con obispos, clero y religiosos de Timor Oriental. Durante su homilía, el Papa hizo referencia al pasaje bíblico de Isaías: "Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado", recordando que este mensaje fue proclamado en una época de prosperidad en Jerusalén, pero también de gran decadencia moral, donde los ricos se habían distanciado de los pobres, perdiendo así la religiosidad genuina.
Francisco advirtió sobre la "fachada engañosa" de un mundo que, aunque pueda parecer perfecto a simple vista, oculta una realidad oscura y llena de sufrimiento. Señaló la necesidad de conversión, misericordia y curación para superar esta oscuridad. "Dios abrirá un nuevo comienzo para el pueblo: un futuro de esperanza y alegría, donde la opresión y la guerra serán desterradas para siempre", afirmó el Papa, añadiendo que este cambio no se logrará con poder militar ni riquezas, sino a través del "don de un hijo".
El Papa destacó el impacto positivo que el nacimiento de un niño puede tener en la sociedad, afirmando que incluso los corazones más fríos se ablandan y se llenan de esperanza ante la llegada de un recién nacido. "A pesar de su pequeñez y fragilidad, un recién nacido lleva un mensaje de esperanza tan fuerte que conmueve incluso a las almas más endurecidas", expresó Francisco, animando a la población a recibir y cuidar a los pequeños con amor y ternura.
Francisco también elogió el elevado porcentaje de jóvenes en Timor Oriental, donde alrededor del 65% de la población tiene menos de 30 años, señalándolo como un signo positivo y alentador para el futuro. "Hacer sitio a los pequeños, acogerlos, cuidarlos y hacernos 'pequeños' ante Dios y los demás, son precisamente las actitudes que nos abren a la acción del Señor", subrayó el Papa.
El Gobierno de Timor Oriental ha declarado tres días libres en trabajos y colegios para que los ciudadanos puedan asistir a los diferentes encuentros con el Papa Francisco, destacando la importancia de esta visita para el país. El mensaje del Papa, centrado en la humildad, la esperanza y la apertura a los demás, resonó profundamente en la multitud reunida, marcando un momento significativo para la comunidad católica de Timor Oriental.
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