El Centro de Recuperación de Animales Silvestres atendió 4.698 animales heridos en el primer semestre
El Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Tres Cantos, ubicado en la Comunidad de Madrid, ha registrado un total de 4.698 ingresos de animales heridos durante los primeros seis meses de este año, lo que supone un incremento de 310 casos en comparación con el mismo periodo del año anterior. Estos datos fueron proporcionados este martes por el Gobierno regional en un comunicado.
De los animales atendidos, 3.204 pertenecen a especies autóctonas, entre las que se encuentran vencejos, aviones comunes y cigüeñas blancas. De estos, 768 ejemplares han sido devueltos a su hábitat natural, mientras que 865 continúan en proceso de rehabilitación. El CRAS también ha recibido 1.471 ejemplares de especies exóticas e invasoras.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, visitó este martes el CRAS de Tres Cantos, un hospital público especializado en la fauna silvestre que es considerado uno de los mejores de Europa. Durante su visita, Novillo tuvo la oportunidad de liberar a un milano negro que había ingresado en el centro el 31 de mayo con solo cuatro semanas de vida, afectado por una placa de trichomonas, un parásito que compromete la mucosa oral del ave.
Tras recibir el tratamiento adecuado y ser desparasitado, el milano ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del centro, donde fue cuidado por una de las aves nodrizas del CRAS, rapaces que adoptan y crían polluelos que no son suyos. Este proceso es fundamental para evitar que los animales se acostumbren a la presencia humana, lo que mejora significativamente sus probabilidades de supervivencia una vez son devueltos a la naturaleza.
El CRAS tiene como principal objetivo la recuperación y conservación de la fauna autóctona protegida. Este centro se encarga del cuidado, mantenimiento, rehabilitación y posterior liberación en su entorno natural de especies que, por diversas razones, no son capaces de sobrevivir por sí mismas. Los animales que llegan al CRAS suelen estar perdidos, heridos o deshidratados, y en algunos casos pertenecen a la categoría de exóticas invasoras.
Durante su recorrido por el centro, Novillo fue testigo de los cuidados que se le brindaban a un autillo que había sufrido un accidente de tráfico. Los profesionales del CRAS, que atienden cada año a cientos de animales víctimas de siniestros similares, logran rehabilitar a más del 60% de los casos. Desde su inauguración en 2010, el CRAS ha gestionado un total de 56.451 ingresos, con una tendencia al alza: en 2022 se atendieron 6.687 animales, mientras que en 2023 la cifra aumentó a 7.907.
Novillo destacó la importancia del CRAS, señalando que "es un referente en Europa, con cinco hectáreas dedicadas a la protección de la naturaleza y las especies silvestres". También subrayó que el aumento de los ingresos se debe tanto a la creciente concienciación ciudadana como al incremento de las poblaciones de estas especies en la Comunidad de Madrid.
El consejero explicó que la subida en el número de asistencias también está relacionada con factores climáticos, como la reciente primavera, que ha favorecido una notable reproducción de las especies, y las olas de calor que afectan especialmente a los polluelos, dejándolos sin agua y debilitados. Ante esta situación, Novillo recomendó a los ciudadanos que, al encontrar un animal herido, contacten con el 112 para que los Agentes Forestales puedan recogerlo y llevarlo al CRAS.
El CRAS, que cuenta con una financiación anual de 700.000 euros, forma parte de la red de vigilancia epidemiológica de la Comunidad de Madrid. Este centro desempeña un papel crucial en la observación de la morbilidad, mortalidad y factores de riesgo en la fauna. Hasta la fecha, se han enviado 290 muestras para diagnósticos relacionados con la salud pública o para detectar sustancias tóxicas, especialmente en casos de sospecha de envenenamiento.
De estas muestras, 190 corresponden a expedientes forenses en los que los Agentes de la Autoridad, como los forestales y el SEPRONA, han investigado las causas de muerte o lesiones en especies protegidas.
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