La Comunidad organiza una formación para sofocar incendios por baterías de litio
La Comunidad de Madrid ha organizado en Valdemoro una jornada técnica destinada a mejorar la formación de los profesionales en respuesta a incendios provocados por baterías de ion litio. El evento, que ha contado con la participación de 180 profesionales, fue llevado a cabo por el Área de Prevención del Cuerpo de Bomberos regional en colaboración con empresas especializadas como Kemler, EcoQuímica y Emtez.
Durante la jornada, que tuvo lugar este jueves, se realizaron simulacros en el Parque de Bomberos de la localidad, utilizando acumuladores de diversos dispositivos como automóviles, motocicletas, patinetes eléctricos y teléfonos móviles. Los asistentes pudieron practicar con innovadores sistemas de prevención e intervención, entre ellos, mantas ignífugas para vehículos, cámaras inteligentes, armarios de seguridad y cajas de protección para el transporte de elementos críticos.
La parte teórica se desarrolló en el Centro de Empresas de Valdemoro, donde se impartieron ponencias sobre los principales desafíos que enfrentan estos dispositivos en su recarga, transporte, almacenamiento y gestión de residuos. La formación subrayó la importancia de identificar y manejar adecuadamente estos aparatos, que están cada vez más presentes en la vida diaria en productos como smartphones, notebooks y vehículos eléctricos.
Además de los bomberos y mandos del Cuerpo autonómico madrileño, la jornada contó con la participación de profesionales de Castilla y León y Castilla-La Mancha, así como de agentes de la Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil.
Desde el Ejecutivo madrileño se han ofrecido recomendaciones de seguridad para el uso de dispositivos con baterías de ion litio, advirtiendo sobre los riesgos de combustión que pueden presentar si se hinchan, se deterioran o emiten ruidos anómalos durante su uso. Se aconseja realizar las cargas en espacios abiertos o ventilados, mantener los dispositivos alejados de materiales inflamables y nunca en vías de evacuación, además de la instalación de detectores de humo en las viviendas para una rápida detección de incendios.
Este tipo de baterías puede arder de manera espontánea, liberando grandes cantidades de humo, gases tóxicos y vapores inflamables que complican su extinción y aumentan el peligro de propagación del fuego a otros elementos del entorno.
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