Protesta en la Ermita del Santo contra la recalificación de la zona
Más de cien vecinos se han reunido este lunes en una cacerolada frente al Centro Comercial de la Ermita del Santo, en el distrito de Latina, para mostrar su rechazo a la recalificación de la zona, considerada una "aberración".
Con carteles que decían 'No a la especulación', 'La avaricia daña el barrio' y 'No es regeneración, es masificación', más de cien personas se juntaron a las 19 horas para expresar su oposición al proyecto, según informaron fuentes policiales.
El plan municipal implica una reducción de la edificabilidad en 6.200 metros cuadrados, 2.000 metros cuadrados más de espacios públicos y una disminución en la altura de los edificios, pasando de 28 a un máximo de 23 plantas, alejándolos además de las viviendas, según explicó Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. La propuesta fue aprobada con los votos del PP, avanzando así en la transformación de la Ermita del Santo.
Según Álvaro Dominguez, portavoz del Movimiento No al Pelotazo de la Ermita, la intención de la protesta es simplemente "crear conciencia" sobre la insuficiencia de las modificaciones realizadas por el Ayuntamiento en el plan de recalificación.
En la misma línea, Ana, residente desde hace dos décadas, criticó la falta de mejoras en la zona para los residentes actuales. Considera que el proyecto municipal es una "aberración" disfrazada de solución.
Guillermo, otro vecino presente, señaló que las 584 nuevas viviendas propuestas no solo hacen inviable la vida en la zona, sino que también impactan directamente en los precios, aumentando la especulación inmobiliaria.
Además, se unieron a la concentración Eduardo Rubiño, portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento, y el concejal socialista Antonio Giraldo, quienes denunciaron la falta de consideración del Ayuntamiento hacia las 1.100 alegaciones presentadas en contra del plan, que consideran un pelotazo urbanístico que beneficia la especulación.
Giraldo lamentó la falta de participación vecinal en los cambios introducidos por el Gobierno municipal, calificando el proyecto como una versión reciclada del original.
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