“Te di ojos y miraste las tinieblas”: la fascinación por la oscuridad
En el anterior libro de Irene Solà (Malla, 1990), “Canto yo y la montaña baila” (Anagrama, 2019), más de una treintena de críticos y lectores estuvieron de acuerdo en definirlo como una lectura para el disfrute: ganó el premio Anagrama de novela, el European Prize for Literature, el Punt de Llibre de Núvol, el Premio Cálamo Otra Mirada y el premio Maria Àngels Anglada de Narrativa.
“Te di ojos y miraste las tinieblas” (Anagrama, 2023) es la tercera novela de la autora catalana, recién llegada a las librerías. La región de Vic en la provincia de Barcelona es el escenario de este relato escrito originalmente en catalán. Una tríada de mujeres, el diablo y una típica masía catalana son los personajes que componen este corto libro (de 168 páginas) que, sin embargo, desarrolla una larga historia: varias generaciones de mujeres de una misma familia en un arco temporal que va desde un pasado indeterminado hasta el presente.
En el origen del relato se encuentra el trato con el demonio de unas mujeres que, a pesar de estar muertas, siguen viviendo en la misma casa aislada, Mas Clavell, en una montaña de las Guilleries (Osona). El lector tiene la sensación de estar delante de una fábula llena de misterio y ambigüedades. Sin embargo, justamente esa relación entre vida y muerte hace que la novela cobre sentido y convierte la atmosfera en una presencia más, en un personaje más que se cuela entre las páginas.
Lo cierto es que el éxito de la primera novela de Solà y la buena acogida de sus otras obras como el poemario “Bestia” (La Bella Varsovia, 2022) y su primera novela “Los Diques” (Anagrama, 2021) ayudaron a que esta última fuera recibida con gran expectación en el mundo editorial. Después del lanzamiento, Solà concedió una entrevista en la que se refería a su proceso creativo como “orgánico” y a sus obras como “arte con vida”.
La escritora usa la técnica del dinamismo para construir una historia no lineal y por ello usa saltos cronológicos entre los párrafos para contar la relación entre las mujeres del Mas Clavell y el diablo. Personificado en animales y personas, el demonio se hace hueco y, con su aparición, entra en juego el tema de la maldad y la tragedia. La herencia de la familia a través de las generaciones cuenta el drama generacional desde fuera, de una manera parecida a la de Isabel Allende en “La casa de los espíritus”.
El ritmo, la reflexión sobre el bien y el mal y el telón de fondo de la Cataluña rural durante los siglos XIX y XX son los protagonistas de esta tercera novela de una autora que parece ser que pasa a ser referente en nuestra literatura reciente.
Escribir un comentario