¿Qué ver y hacer en Loeches?
Loeches es una ciudad y municipio situado en la Comunidad de Madrid. Tiene 8.791 habitantes según el INE de 2019 y pertenece al partido judicial de Arganda del Rey. Está situado al este de la provincia, entre Arganda del Rey y Alcalá de Henares, en la subcomarca natural de la Alcarria de Alcalá.
El municipio limita al norte con San Fernando de Henares, al oeste con Mejorada del Campo y Velilla de San Antonio, al sur con Campo Real y Arganda del Rey y al este con Pozuelo del Rey y Torres de la Alameda.
Hay constancia de ella desde el siglo XII y el nombre, según Madoz, es de origen vasco, debido a las consecuencias de la repoblación con pastores vascos durante la Reconquista. Se dice que el nombre en vasco es compuesto y que proviene de las palabras vascas 'lo' (dormir) y 'etxe' (casa).
Fue incorporado al Alfoz Complutense por el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada ya su vez a la jurisdicción señorial de la Archidiócesis de Toledo. Era una de las veinticinco ciudades que componían dicho alfoz, por lo que la legislación dependía directamente de la jurisdicción de Alcalá. Recibió el título de ciudad en 1555, por Carlos I.
Felipe II la vendió, junto con otras ciudades pertenecientes a la Archidiócesis de Toledo, para sufragar los gastos del estado con una bula papal, y el comprador fue el genovés Baltasar Catanno. Esta a su vez vendió el señorío a la familia Cárdenas-Avellaneda.
La familia Cárdenas fundó el convento carmelita de San Ignacio Mártir en 1596 y allí fueron enterrados. Íñigo de Cárdenas fue también el fundador del Monasterio de las Comendadoras de Santiago el Mayor en Madrid. Su hijo fue embajador de Francia, España y Venecia.
En este convento sería criada la hija de Felipe IV, la infanta María Teresa, cuyo nombre, por intercesión de las monjas de Loeches, hace referencia a la santa monja carmelita. Tras la muerte de los Cárdenas, el Conde-Duque de Olivares compró el señorío en 1633. Intentó hacerse con el patrocinio del convento carmelita, pero no lo consiguió.
Por ello encargó a Alonso Carbonel, el arquitecto del Palacio del Buen Retiro, la obra de un nuevo convento, el Convento de la Inmaculada Concepción, frente al anterior, muy similar al Real de la Encarnación de Madrid, y un modesto palacio del que ya sólo se conserva la puerta.
En 1643, el Conde-Duque de Olivares abdicó como primer ministro ante Felipe IV y se exilió a Loeches, con la intención de convertir las montañas en un gran Coto de caza, pero la oposición campesina se lo impidió.
En 1645, el Conde-Duque abandonó Loeches cuando estaba desterrado, en Zamora, porque sus enemigos querían alejarlo más de la corte. Ese verano murió y fue devuelto al Monasterio de Loeches, donde está enterrado hasta el día de hoy. En el transcurso de la guerra civil, los monasterios sufrieron enormes pérdidas. Actualmente tiene industria y algo de agricultura, principalmente trigo y otros granos.
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