Objetivo: potenciar a Yolanda

Objetivo: potenciar a Yolanda

Lo de Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, militante del Partido Comunista y cabeza tractora de una plataforma política -"Sumar"- tan ambigua como aplazada, es un misterio.

Las expectativas de voto que avizoran los sondeos a ese proyecto son escasas, pero las encuestas la encumbran como la dirigente política mejor valorada.


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Es la paradoja que apareja la ambigua posición de Yolanda Díaz como cabeza de una plataforma de la que solo conocemos el nombre y también que no va concurrir a las elecciones locales y regionales que se celebraran el 28 de mayo aunque parece que sí participará en las legislativas que tendrán lugar a finales de año.

Díaz fue designada por Pablo Iglesias para ocupar plaza en el Gobierno de coalición emplazándola a ser la cabeza del conglomerado que forman Unidas Podemos e IU, pero el otrora factótum de los morados la repudió hace poco con declaraciones extemporáneas a las que ella no ha querido contestar. De esa tensión se deriva que Podemos podría concurrir a las elecciones sin formar parte de la plataforma que acuna Yolanda Díaz, circunstancia que, sin duda, mermaría sus posibilidades como ya ocurrió en Andalucía donde la división les pasó factura.

Sí el proyecto llamado a sumar resulta que va a restar posibilidades a la izquierda situada a la izquierda del PSOE, estaríamos ante un panorama que objetivamente podría favorecer las expectativas del PP, partido al que las últimas encuestas sitúan en posición de ventaja para, llegado el caso, poder formar gobierno con el apoyo de VOX.

Ante el riesgo real de ese escenario adverso para los planes continuistas de Pedro Sánchez, estamos asistiendo a una campaña de potenciación de la imagen de Yolanda Díaz. Es ella quien acompañando a Felipe VI asistió a la toma de posesión de Lula da Silva como presidente del Brasil. Y antes, en Chile, a la del presidente Gabriel Boric. Conociendo el apego de Pedro Sánchez a las pasarelas, haber renunciado al viaje a Brasilia y a la foto con Lula incorpora un sentido de cálculo político orientado a potenciar la imagen de su vicepresidenta segunda. En La Moncloa manejan encuestas en las que se reflejan como tendencia la pérdida de apoyo electoral de Podemos por lo que el impulso al neonato "Sumar" como segunda marca de la otra izquierda es un cálculo pensando en el día siguiente a las elecciones de diciembre.

Vistas las encuestas, el apoyo de los extremos puede llegar a ser determinante. Vox por la derecha respecto del Partido Popular y Sumar por la izquierda en el caso del PSOE. Los apoyos serán la clave para decantar el color del próximo Gobierno de España. No deja de ser irónico que los nuevos partidos, los que llegaron para sustituir a los viejos, acaben siendo la muleta que en lo esencial perpetuará el bipartidismo.

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