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Un testigo declara que los presuntos trinitarios que mataron a un menor en Vallecas en 2016 atacaron al grito de "patria"

Un testigo declara que los presuntos trinitarios que mataron a un menor en Vallecas en 2016 atacaron al grito de "patria"

Uno de los testigos en el juicio contra los presuntos 'trinitarios' acusados del asesinato el 25 de noviembre de 2016 de un menor de 17 años en una plaza de Vallecas ha asegurado que los atacantes llegaron por sorpresa ataviados con gorras y pañuelos al grito de "Patria, Patria".





De hecho, "Patria" o "Bajar a patria" son uno de los gritos favoritos de esta banda latina para amenazar y agredir a un rival cuando lo localizan. Este testigo, ha asegurado que no sabe lo que significa esta palabra y ha señalado que aunque los agresores intentaban camuflarse, reconoció a uno de ellos.

"Venían del Metro a por nosotros. Dijeron 'Patria, patria'. Llevaban machetes. Yo vi dos. No sé el motivo de la agresión", ha indicado. Además, ha señalado que conocía a algunos de los acusados del barrio, pero que no les había visto antes en actitud amenazante.

Entre los que conocía estaba el apodado como 'Plátano', quien "iba a gritar a su colegio que eran trinitario" ya que identificó en comisaría tras este homicidio.

Este testigo también ha relatado al tribunal que vio salir a Taison --uno de los procesados-- de entre los matorrales para atacarles. Igualmente, ha reconocido como trinitario a Alexandre, cuyo abogado le ha preguntado en el juicio si era Ñeta, a lo que el testigo se negó a responder.

LES DIERON TRES PUÑALADAS PERO NO VIO CUCHILLOS

Otra de las personas que han comparecido esta mañana es D., quien ha relatado que el día de los hechos estaba tomando una cerveza en la zona de Nueva Numancia con unos amigos cuando llegó un grupo de personas con actitud amenazante corriendo. Le pillaron y recibió tres puñaladas pero "no vio los cuchillos o machetes utilizado".

A continuación, ha manifestado que no reconoció a ninguno de los agresores en comisaría, a los que "no conocía de nada y no tenía problemas con ellos". Además de asegurar que no es miembro o simpatizante de ninguna banda, cree que la causa de las puñaladas que recibió es que "le confundieron" con otra persona.

La conocida como 'Ley del Silencio' ha sido la estrategia utilizada por otros testigos como Y., quien ha declarado que no conoce a los detenidos y no tiene ninguna relación con ellos. "Llegaron unas 10 personas a la carrera. Estaban con machetes y nos persiguieron. Iban con capucha y bragas", ha apuntado.

Y aunque en comisaría Y. dijo que vio a varios de los procesados portando ese día cuchillos, ahora en la vista oral ha respondido a la fiscal que "no sabe" si eran ellos porque "iban con la cara tapada". Y que declaró así en comisaría por la "presión policial".

Este testigo ha sostenido que el menor fallecido "era un chico normal, que no pertenecía a ninguna banda" pero que él sí había pertenecido a una hace tiempo y había tenido problemas, pero que "ya se había quitado de eso". Y ha detallado que el día de los hechos le advirtió que se marcharan de la zona porque "pasaban muchas cosas en la zona y era normal que aparecieran personas por allí con problemas de bandas".

Otro de los testigos que han alegado "presión policial" para reconocer a algunos atacantes tras el crimen en comisaría pero ahora en el juicio ya no lo tienen tan claro fue R.M., que ha afirmado que los agresores aquel día de otoño e 2016 eran "más de 20".

"Nosotros estábamos fumando, bebiendo, haciendo botellón. Pasó un problema, todo el mundo salió corrió y yo me fui a mi casa. Subimos por la avenida y nos llovieron botellas. Pero yo no vio que llevaran botellas", ha relatado.

R.M. ha asegurado en el juicio que no pertenece a ninguna banda pero que en su momento los Ñetas le quisieron apuñalar. En comisaría reconoció algunos de los hoy procesados pero que ahora "no puede acreditar" que estuvieran allí. "En comisaría me presionaron. Me puse nervioso y para salir de allí les dijo que sí", ha señalado.

También ha comparecido esta mañana D.L., la entonces novia del fallecido. Asegura que ese día había sacado con él a pasear una perra y que se encontraron con unos amigos conocidos de su novio en una plaza de Nueva Numancia. "Entonces de la nada llegaron 10 o 15 chicos tapados y corriendo. De la nada me dice que corra. Iban detrás de nosotros lanzando botellas como locos. Yo solo me fijé en mi novio y en coger a la perra. Le vi el tirado con sangre", ha dicho.

A preguntas de la fiscal, la testigo ha indicado que su novio no pertenecía a ninguna banda, que era "un buen chaval que le pilló eso en un mal momento". "Sí se había peleado en el instituto, pero nada de bandas ni nada de eso. Sus amigos eran chavales tranquilos. Richard era buen chico, pasaba por allí, no quería hacer daño a nadie. Los atacantes querían dar a quien fuera", ha concluido.

EL JUICIO SEGUIRÁ LOS PRÓXIMOS DÍAS

La vista oral arrancó el jueves, con la declaración del procesados. Dos de ellos se negaron a declarar. En los próximos días comparecerán otros testigos, los agentes que se encargaron de las investigaciones y se examinarán los informes periciales.

Según las pesquisas policiales, los acusados, que serían de la banda latina de los Trinitarios habrían planificado la agresión y de forma premeditada se acercaron a la plaza frecuentada por los pandilleros rivales Los Ñetas provistos de armas blancas y otros objetos contundentes.

El fiscal solicita que cuatro de los acusados sean condenados a prisión permanente revisable. Y pide sumar a esta petición otros 25 años por otro delito de asesinato en grado de tentativa y dos más por tenencia ilícita de armas. En total, imputa a nueve personas esos tres delitos por los mismos hechos, solo que para cinco de ellos las penas ascienden a 32 años de prisión al no formar parte de una organización criminal.

LOS HECHOS, SEGÚN FISCALÍA

Según el relato de la Fiscalía, el 25 de septiembre de 2016 cuatro de los acusados todos ellos miembros "activos" de Los Trinitarios, estaban en las inmediaciones de la Plaza María Paz Unciti junto a las otras cinco personas que tendrán que sentarse también en el banquillo de los acusados y a "al menos" otros cinco menores contra los que se sigue otro procedimiento en la Fiscalía de Menores.

Pese a que el grupo se dividía entre militantes activos de la banda y simpatizantes, la Fiscalía advierte de que todos ellos actuaban de "mutuo" acuerdo.

Así, "provistos de machetes, bolo-machetes, cuchillos, navajas y botellas cristal" se lanzaron "guiados por su animadversión hacia la banda los Ñeta", hacia un grupo de jóvenes, alguno de ellos relacionados con dicha banda "arrojándoles las botellas, blandiendo los cuchillos y machetes, con consciente y absoluto desprecio hacia su vida e integridad física".

El menor falleció casi en el acto a consecuencia de las puñaladas recibidas, mientras que el otro joven resultó herido de gravedad. En las inmediaciones de la Plaza María Unciti, escondida entre los arbustos, se encontró una navaja desplegable con mango negro con restos de ADN del procesado A. G. S., y bajo una escalera próxima un cuchillo de cocina de mango marrón envuelto en un pañuelo.

En las proximidades, y también escondidos entre los arbustos, se halló un machete marca Amazonas, en cuya hoja se revelan las huellas de los procesados S. L. R. y R. L. E. Z.

Entre los arbustos de la calle Puerto de Monasterio se aprehende un machete Explorer Albainox con restos de sangre de D. O A. C., y una muñequera blanca y negra. Todas ellas se emplearon por los procesados de mutuo acuerdo para cometer los hechos.

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