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El aumento de los precios de la gasolina afecta a más de la mitad de los planes de verano de los consumidores

El aumento de los precios de la gasolina afecta a más de la mitad de los planes de verano de los consumidores

Si hay un problema que están sufriendo los consumidores en estos últimos meses es la subida desmesurada y poco justificada de los precios de los productos energéticos.

En el caso concreto de los combustibles, estos incrementos llegan al 30% respecto a los precios medios que hemos visto unos meses previos a desatarse el conflicto en Ucrania, principal causa de este tipo de subidas.

El principal problema que esta subida implica para los usuarios es que afecta de forma considerable al bolsillo de los consumidores. Por una parte, porque estos tienen que dedicar un mayor nivel de renta a la compra directa de esos combustibles, tanto para sus desplazamientos habituales como a la hora de realizar viajes vacacionales. Pero también, por la subida de todos los demás productos de consumo que utilizamos a diario y que están también vinculados a los costes energéticos. La prueba la tenemos en el incremento considerable que numerosos alimentos han sufrido, incluso en aquellos que no tienen relación directa ni origen en Ucrania o en la zona de conflicto. La subida de los precios de los carburantes implica mayores costes de transporte y también en la transformación y elaboración de sus productos, que se transmiten directamente a los consumidores finales.

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Un descuento de poco recorrido

Desde el inicio de la guerra de Ucrania y el cierre de fronteras comerciales con Rusia, el precio de los combustibles ha venido incrementándose de forma considerable. Es importante destacar que estos incrementos no siempre tienen una motivación clara, sobre todo si tenemos en cuenta la cuota de mercado que los productos petrolíferos rusos suponen dentro del mercado europeo en general y del español en particular. Sin embargo, el anhelo especulativo de las petroleras y sus políticas comerciales se han traducido en un incremento que supera de forma considerable al que han sufrido otros países europeos mucho más afectados por este conflicto, como puede ser Alemania. Para comprobarlo, basta recordar la estructura de costes del combustible en España y como un elemento con un peso tan ajustado casualmente esta causando tales incrementos de precios.

- Coste de materias primas: 34%
- Costes logísticos: 18%
- Margen mayorista: 2%
- Impuestos: 46%

A fin de hacer frente a esta situación, desde el Gobierno de España se estableció un descuento de 20 céntimos por litro de combustible, gasolina o diésel, que directamente se retiraría del importe pagado por los usuarios a la hora de repostar. No obstante, esas políticas comerciales salvajes y la falta de control de precios en el mercado han supuesto que hoy día el descuento no solamente no sirva absolutamente para nada, sino que el incremento de los precios haya sido aún mayor. Todo ello, asimismo , con la lamentable decisión de competencia, organismo dedicado a verificar que los mercados funcionan de forma correcta y que dice no encontrar deficiencias en el sector petrolero, a pesar de la existencia de un oligopolio que incrementa los precios de forma considerable.

Graves consecuencias para los consumidores

Tal como era previsible, cuando se trata de planes de veraneo es evidente que una situación de incertidumbre y de precios inflados como esta, afecta claramente a los planes de los españoles. Diversos estudios apuntan a que prácticamente todos los ciudadanos han sufrido las consecuencias de estos incrementos en los precios de los combustibles y que más de la mitad de ellos han tenido que replantear sus viajes vacacionales.

Los motivos principales son dos. El primero es que en muchos de esos viajes es obvio que se utiliza el vehículo particular o personal como medio de transporte. El incremento en los combustibles afecta directamente a los costes de esos viajes, lo que lleva a muchos usuarios a reducir sus distancias, a cambiar su destino o a recortar en otras partidas de gasto para cubrir el gasto suplementario que supone el combustible. El segundo aspecto tiene que ver con el incremento de costes indirectos que esta subida de los combustibles origina. Algo a lo que se suma también el incremento en los precios de la electricidad y que ha provocado un fuerte incremento en la subida de los precios en establecimientos hoteleros, bares y restaurantes, centros de ocio y otros negocios vinculados con esta época veraniega.

Por si todo esto fuera poco, estamos ante una situación que se prolonga en el tiempo más de lo que sería deseable y que aún a pesar de los meses de conflicto transcurrido, sigue siendo bastante incierta respecto a su resolución. Esto lleva también a los ciudadanos a reducir su consumo de ocio y a fomentar el ahorro de cara a las circunstancias complejas que puedan producirse este invierno. Así que no son pocos los españoles que prefieren ahorrar en sus vacaciones veraniegas y pasar un invierno más desahogado, con unas reservas que les permitan superar mejor un periodo cuanto menos complejo.