El Templo de Debod cumple cincuenta años en Madrid

 A pesar de que las piedras del Templo de Debod han vivido más de dos mil años de historia, este jueves cumple cincuenta años en Madrid, después de que Egipto se lo regalase a España en 1968 aunque desde entonces la polémica lo ha acompañado de un modo u otro y la última es la posibilidad de cubrirlo con alguna estructura.

Este templo dedicado al dios Amón fue construido en el año 200 antes de Cristo en la Baja Nubia (Egipto), y fue ofrecido al Gobierno de España en 1970 en agradecimiento por su colaboración en la salvación de los templos de Abu Simbel.

Un puzzle de piedra que viajó desde la tierra del Nilo fue erguido -durante dos años- en los terrenos del antiguo Cuartel de la Montaña del Parque del Oeste, a los que se dotó de una vegetación tropical y de un estanque a modo de Nilo artificial.

"Estas piedras resistirán cien o mil años", dijo hace cincuenta años el entonces regidor de Madrid, Carlos Arias Navarro, cuando se inauguró el monumento.

Sin embargo, las inclemencias meteorológicas y la conservación de este patrimonio ha sido uno de los debates recurrentes en la política madrileña.

Hace ya veinte años, en 2002, el Ayuntamiento de La capital barajó la hipótesis de enterrar el Templo dentro de un museo subterráneo para frenar el deterioro que le causa la climatología.

"El clima de Madrid, que es muy diferente a la zona desértica del sur de Egipto donde se construyó el monumento, provoca erosiones en las paredes del templo que están afectando sobre todo a los relieves", dijo el por aquel entonces concejal de cultura Fernando Martínez Vidal (PP), pero esta actuación no se llegó a realizar.

De hecho, en 2007, el Centro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de la Comunidad de Madrid propuso que se cubriera con una cúpula para evitar su deterioro; una medida que se desoyó desde las administraciones.

No fue hasta un año más tarde cuando la Comunidad de Madrid declaró el Templo de Debod como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Monumento, y, en 2016, en Consistorio de la capital decidió cerrar las visitas y aumentar la seguridad ante pintadas por vandalismo, junto a los deterioros como consecuencia de la contaminación, la falta de protecciones en las piedras originales y el clima de Madrid.

El templo comenzó a vivir sus momentos más críticos a partir de ese año, cuando el Ayuntamiento de Madrid se vio obligado a decretar su cierre; tras más de un año clausurado, reabrió sus puertas en septiembre de 2017.

Hace dos años se volvió a abrir la polémica sobre la conservación de Debod, cuando Zahi Hawass, arqueólogo y exministro de Antigüedades de Egipto, demandó una mayor protección para el Templo de Debod y recordó que Egipto donó el templo para que estuviese cubierto, como ocurrió con el resto de monumentos cedidos.

Tras esta petición, el Consistorio, a través de Patrimonio cultural, elaboró un Plan de Conservación que dilucidó que el estado de conservación es "adecuado" y no hay un riesgo de destrucción "inmediata" de ninguno de sus valores culturales, aunque no se descarta "nada" sobre su futuro como instalar una cubierta, decisión que se tomaría con el "consenso" nacional e internacional.

Así, queda en el aire qué medidas se tomarán para que el Templo de Debob siga, al menos, otros cincuenta años como telón de fondo de los atardeceres de los madrileños y turistas.