PP, Cs y Vox aprueban el avance de la modificación de las normas urbanísticas

El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este lunes en un pleno extraordinario el avance de la modificación de las normas urbanísticas del plan general de ordenación urbana (PGOU) de 1997, que ha salido adelante con los votos a favor de la coalición de PP y Ciudadanos junto con el sí de VOX, mientras que la izquierda (Más Madrid, PSOE y Grupo Mixto) ha votado en contra.

El delegado de desarrollo urbano, Mariano Fuentes (Cs), ha defendido que se trata de la actualización urbanística “más ambiciosa” que se ha hecho en los últimos veinticinco años en Madrid, y la izquierda la considera un “brindis al sol”.

Tras un año “escuchando” las sugerencias de la sociedad civil, esta nueva guía persigue “adecuar el urbanismo al presente y futuro de la ciudad, adaptarla a las necesidades de la sociedad y abrirse a las nuevas tendencias europeas, a la inversión y al empleo”, incluyendo nuevas formas de habitar como el ‘cohousing’ o el ‘coliving’, y regulando nuevas actividades económicas como las conocidas como cocinas fantasma o cocinas agrupadas.

El avance de la modificación de las normas urbanísticas del PGOU, que supone otras muchas cuestiones, ha salido adelante gracias a que Vox ha vuelto a apoyar un gran proyecto del Gobierno de PP y Ciudadanos después de no hacerlo en tres votaciones clave previas: la modificación de la ordenanza de movilidad sostenible, los presupuestos municipales de 2022 y la modificación de la ordenanza de terrazas.

La coalición consiguió sacar adelante esas tres votaciones con el sí del Grupo Mixto, que en esta ocasión ha votado en contra.

El concejal de Vox Pedro Fernández ha argumentado su sí al avance al indicar que su partido busca ser “útil” para la sociedad y “por eso tenemos que aprovechar cualquier oportunidad para ser útiles”, puesto que el avance implica modificar normas “que se han quedado desfasadas” y que tienen que “ser adaptadas” a la actualidad.

Pero también ha señalado que Vox no entra en el fondo del avance, y que vota a favor “porque queremos poner en marcha el proceso”, y no hacerlo ahora “podría suponer” que la izquierda metiera “sus manos” en el asunto.

Antes, Fuentes le ha agradecido a Fernández su “altura de miras” y se ha mostrado decidido a que “los cambios” incorporados en la normativa “puedan llegar en tiempos asumibles”, mientras que ha articulado el desarrollo de su intervención en defender las “siete palancas” que actúan como ejes centrales del texto.

De esta forma, el titular municipal del ramo ha abundado en la necesidad de adecuar el “lenguaje áspero” administrativo en el plano urbanístico, y en la de mantener el “respeto a la arquitectura” de la ciudad, y también ha incidido en que la regla otorgará una evolución significativa en el uso terciario de los inmuebles sin perjuicio de vulnerar el Plan especial de Hospedaje de Manuela Carmena que, ha asegurado, permanecerá vigente.

Según Fuentes, el avance también generará más actividad económica en la ciudad, al tiempo que supondrá una nueva categoría de vivienda colectiva, dando entrada a los anteriormente mencionados modelos de habitabilidad como el ‘cohousing’ o el ‘coliving’ y, finalmente, otorgará más incentivos a aquellos que apuesten por el “factor verde”, es decir, a quien consiga que la edificabilidad sea más sostenible.

Mañana tendrá lugar una Junta de Gobierno extraordinaria para aprobar inicialmente el avance (que se aplicará a partir de mañana), y se abrirá entonces un plazo de dos meses -para la generación de informes y un nuevo periodo de información pública-, con lo que el objetivo es que se apruebe inicialmente en pleno después del verano, y que la aprobación definitiva se produzca ya en febrero de 2023.