Madrid retoma la normalidad festivalera con Tomavistas al grito de "Ay Mamá"

Madrid retoma la normalidad festivalera con Tomavistas al grito de "Ay Mamá"

Dos años después y superada la crisis de la Covid-19, Madrid ha vuelto a sentir hoy la energía contagiosa de los festivales prepandémicos al aire libre con el retorno a la normalidad del primero de ellos, Tomavistas, en una primera jornada impulsada por figuras como Rigoberta Bandini y su himno "Ay Mamá".


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De nuevo sin mascarillas, de pie y sin zonas acotadas, la organización ha cifrado en 8.500 el número de asistentes que han acudido a su apertura para disfrutar de una buena hornada de pujantes artistas del ámbito alternativo como Alizzz, Sen Senra, Cariño, Cupido o Putochinomaricón.

Tras dos forzosos aplazamientos y un cambio de formato en 2021 por las restricciones sanitarias, varias son las novedades de esta séptima edición, siendo la más obvia de todas el cambio de recinto del Parque Enrique Tierno Galván a IFEMA para seguir creciendo con tres escenarios.

La otra pasa por consolidar en su cartel un buen número de referencias internacionales, aunque no se palpará realmente hasta las jornadas de este viernes y sábado con actuaciones como las de Suede o el nuevo proyecto de Jarvis Cocker.

El talento nacional ha monopolizado la programación de esta jornada inaugural que a primera hora de la tarde, cuando la temperatura en Madrid rondaba los 32 grados a causa de una irregular ola de calor, ha acogido su primer concierto a cargo de Jimena Amarillo.

Detrás han llegado Confeti de Odio, el joven fenómeno centenial Rojuu, el trío de "tontipop" Cariño o el reactivado proyecto de Cupido, momento en el que la tregua solar ha coincidido con la mayor entrada al festival, fácil y fluida en contraste con unas colas eternas en busca de la primera cerveza.

Muchas quejas en ese sentido por parte de asistentes que dedicaban cerca de 40 minutos para conseguir algo que beber, lo que junto a la charla del reencuentro pospandémico en las primeras horas convertía la música más en una anécdota de fondo para amenizar la espera.

Frente a las barras andaban aún muchos cuando a las 21,30 horas ha arrancado uno de los conciertos con mayor poder de convocatoria, el de Rigoberta Bandini, que además lo ha hecho por todo lo alto con "In Spain we call it soledad".

Convertida en el último fenómeno musical independiente pese a no contar aún con un disco en el mercado, la artista catalana ha nutrido su repertorio con los sencillos que poco a poco la han ido apuntalando en esa posición, como "A ver qué pasa", "Julio Iglesias" o "Too many drugs", con la que ha cerrado su actuación.

Como sostén del espectáculo, un sencillo acompañamiento musical construido con una caja de ritmos, bases y un sintetizador para dar más espacio a la fuerza coral de su prima Memé (con un papel muy protagonista en realidad), así como a la de sus bailarinas y unas coreografías epilépticas que forjan un artefacto solo aparentemente anárquico en el que todo cabe, desde saltar desaforado a reptar por el escenario.

Allí, en la reapropiación de lo que desde el heteropatriarcado se dio en llamar histeria femenina, encuentran el eco ideal mensajes de empoderamiento y celebración colectiva como el de "Perra", su gran éxito hasta la llegada de "Ay, Mamá", el tema que a punto estuvo de convertirla en la representante española en Eurovisión 2022 (de ese festival, por cierto, ha sampleado hoy el "La, la, la" de Massiel).

Poco importa ya que no lograra ese objetivo, porque la que fuera recientente elegida canción del año por los Premios de la Música Independiente ha trascendido el concurso para convertirse, tal y como se ha vivido esta noche, en uno de esos temas que bien justifican una jornada de festival.

Solo queda la duda de si en un momento dado la artista y su prima han mostrado un pecho al público "al puro estilo Delacroix", una imagen hurtada a los asistentes que no estuviesen en primera fila por un cambio súbito (y/o estratégico) de plano en las pantallas.

Su concierto no ha sido su última aparición, pues ha vuelto a saltar al escenario poco después para sumar su voz al "Amanecer" de Alizzz, quien con muy pocos directos a la espalda de su aplaudido debut "Tiene que haber algo más" (2021) ha conseguido un sonido consistente hasta convencer.

De su setlist cabe destacar sobre todo el tramo final, con "El reencuentro" (aunque sin Amaia) y sobre todo "Ya no vales", para el que sí ha contado con la aparición sorpresa de C. Tangana, convirtiéndolo en otro clímax de la velada tras el que, ya en solitario, ha versionado un tema del repertorio de su aliado musical, "Antes de morirme", además de "Lobo hombre en París" de La Unión.

Tras él, otra importante y relativamente nueva referencia del pop alternativo con influjo del r&b, el gallego Sen Senra, igualmente potente como reclamo de Tomavistas, con el que se ha llegado a la medianoche y al final de esta primera jornada.

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