La mitad de diócesis tuvieron déficit en 2020 por la caída de los donativos
La mitad de las diócesis españolas presentaron déficit en 2020, por un total de 7,6 millones de euros, provocado principalmente por la caída de las aportaciones voluntarias de los fieles, que descendieron un 7 % debido al cierre de los templos y a la reducción de los ingresos de patrimonio por parte de la Iglesia.
Así se desprende de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia católica en España del año 2020 presentada este miércoles y que refleja cómo la pandemia ha afectado también a las cuentas y actividades de esta institución, que se ha "resentido" económicamente.
Así, el cierre de los templos y las restricciones de aforo tuvieron un efecto directo en la recaudación de las diócesis, que cayó un 7 % durante 2020 al pasar de los 335,15 millones de 2019 a 310,8 millones, mientras que los ingresos de patrimonio también experimentaron un importante descenso al pasar de 120,98 millones en 2019 a 92,77 millones en 2020.
En este sentido, la directora de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ester Martín, ha explicado en rueda de prensa que un tercio de los recursos de las diócesis vienen precisamente de estas aportaciones que los fieles hacen de forma voluntaria en los cepillos de las iglesias.
Este hecho ha provocado el déficit, que la Memoria cifra en 7,6 millones, en el que se encontraban en 2020 un total de 34 de las 70 diócesis que hay en España.
Al mismo tiempo, ha señalado Martín, 2020 fue un año especial para gastar, ya que hubo que responder a la "urgencia social" y destinar recursos a acciones solidarias, para lo que la Iglesia puso en marcha nuevos recursos como los donativos a través de Bizum o de plataformas on line.
En ese año, la Iglesia atendió a 4 millones de personas en centros asistenciales y sanitarios y desplegó 680 nuevas acciones motivadas por la pandemia.
En el campo asistencial, se pusieron en marcha 359 acciones con fondos de emergencia y solidaridad para atender a familias, inmigrantes, ancianos, enfermos, afectados por los ERTE, surgieron canales telefónicos de atención psicológica y se cedieron espacios a las autoridades civiles para la atención a necesitados.
En el ámbito pastoral y de acompañamiento, 175 iniciativas buscaron mantener la catequesis en los hogares, atender espiritualmente y acompañar a las personas que sufrían, comenzaron las celebraciones online y cientos de parroquias se desplegaron en Internet y las redes sociales.
En el campo sanitario, las diócesis desarrollaron 89 proyectos con la cesión de espacios para asistencia sanitaria, la compra de material sanitario, y el establecimiento de asistencias 24 horas de capellanes hospitalarios y sacerdotes.
Dentro de la educación y la formación, 57 proyectos buscaron dar formación on line, talleres virtuales, ofrecieron la apertura virtual del Patrimonio cultural, procesiones de Semana Santa virtuales, conciertos y cine online, cesión de espacios parroquiales para áreas educativas, entrega de material educativo, ordenadores, etc.
En cuanto a los sacramentos, el cierre de los templos y la limitación de aforos ha hecho que se produjera un fuerte descenso del número de bautizos (pasaron de 175.844 en 2019 a 100.222 en 2020), comuniones (de 204.618 a 161.950) y bodas (de 36.650 a 12.679), al tiempo que aumentaron las unciones de enfermos (que pasaron de 25.122 a 29.627).
Un 67,2 % de la población se consideraba católica en 2020, frente al 68,3 % del año anterior, y 8,4 millones de personas acudían regularmente a misa.
En su Memoria, la Iglesia destaca que en España hay 2.558 centros educativos de iniciativa católica de los que 2.419 son concertados. En ellos se atienden 1.525.215 alumnos (1.438 más que en 2019) y trabajan 133.770 personas, de los que 108.920 son docentes.
Entre estos centros, la Iglesia sostiene 423 centros de educación especial que atienden a 40.118 alumnos. Según afirman, la actividad educativa supone un ahorro al Estado de 3.895 millones de euros.