Somos adultos, no idiotas

Somos adultos, no idiotas

El presidente del Gobierno concedió el lunes una entrevista y de nuevo desperdició la ocasión para transmitir a los españoles la realidad económica a la que nos estamos enfrentando.

Sánchez anunció que se revisarán las previsiones contenidas en el cuadro macroeconómico que acompaña a los Presupuestos Generales del Estado vigentes.


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Sin embargo, a pesar de reconocer que las predicciones están absolutamente fuera de la realidad, avanzó un recorte que se sigue alejando de lo que han publicado organismos nacionales e internacionales y que sitúan el aumento del PIB más cerca del 4% que del 5% que dijo Sánchez y que adjetivó como "robusto". Habría que recordarle al presidente que, aún cumpliéndose estas expectativas, la economía española no habría recuperado los niveles de riqueza perdidos por la pandemia y que esta recuperación podría no llegar hasta finales de 2023.

Por supuesto que la invasión de Ucrania nos ha dado la puntilla, pero lo ha hecho precisamente porque la evolución económica y la inflación ya venían tocados hasta el punto de situarnos en la cola de países que mejor y más rápido se han recuperado. Y en ello han tenido mucho que ver las malas decisiones que se han tomado.

Sin duda, la lentitud y burocracia con que se pusieron en marcha las ayudas directas a las empresas, la indexación de la mejora de las pensiones al IPC, la lentitud en la bajada de impuestos a la subida de la luz, la no deflactación de la tarifa del IRPF, la negativa a bajar impuestos a pesar de los millonarios beneficios que a las arcas públicas le ha ofrecido la subida espectacular de los precios (2.000 millones de euros por cada punto) o la aversión a reducir el mastodóntico gasto público.

El presidente además se comprometió en esa entrevista en Antena 3 a que las pensiones subirán con el IPC y esa es otra afirmación que difícilmente podrá cumplirse. Las cuentas de la Seguridad Social y la ya muy abultada deuda pública lo harán inviable. Este espinoso asunto, junto con el enfado de los empleados públicos por la misma razón, serán las dos piedras en el zapato de Sánchez en los próximos meses. Son miles de millones de gasto a los que habrá que hacer frente y que la Comisión Europea y sus socios vigilarán estrechamente hasta el punto de poner en peligro la llegada de nuevos fondos desde Europa. Fondos que, además, no se están ejecutando más que en un 13% y que dejan ver claramente que la gestión no es el punto fuerte de este gobierno. Todo apunta a que las nuevas previsiones serán otra ocasión perdida para enfrentar a los españoles a la realidad y que el ilusionismo seguirá siendo la fórmula de este gobierno que decidió hace tiempo tratarnos como niños y no como adultos.

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