Pilar González, de las Ciencias Exactas a la lírica y el teatro

La casualidad hizo que, mientras terminaba la carrera de Ciencias Exactas, la soprano Pilar González Barquero acabara en el teatro interpretando a Narcisa, el primer amor de Lope de Vega.

Ahora ya no piensa en operaciones algebraicas, el "gusanillo" del escenario se interpuso en su camino.

Sin pretenderlo, forma parte del elenco del cabaret barroco "Oro y Plata de Ramón", inspirado en Ramón Gómez de la Serna, que conjuga textos del Siglo de Oro con la Edad de Plata, flamenco con ópera, el cuplé con Cole Porter, en un sinfronismo que vertebra la obra y la historia del escritor.

"Llegué a la obra por casualidad", comenta en una entrevista la actriz Pilar Gónzalez Barquero, (Badajoz, 1998). En realidad su intención era incorporarse a las clases de filosofía que impartía Antonio Castillo, director, actor y autor de la obra junto con Ignacio Rodulfo, pero el resultado fue que poco después subía al escenario.

Asegura que la interpretación siempre le había gustado, de hecho su vinculación al arte llegó a los 6 años con su primeras clases de piano; a los 16 comenzó a estudiar canto "en serio", aunque era una disciplina que formaba parte de su día a día desde los 12.

Sin embargo cuando tuvo que elegir se decantó por unos estudios en las antípodas del arte, la facultad de Ciencias Exactas, donde en enero de 2021 se licenció.

"Mi madre siempre me ha inculcado la parte más artística de mi formación, pero mi padre y mi abuelo son matemáticos y eso fue lo que me decidió", señala con cierto orgullo porque no la hayan desalentado por el cambio de disciplina una ver finalizada la carrera.

El "gusanillo" por perfeccionar sus aptitudes vocales evitó que dejara las clases de canto, que retomó en Madrid. "Al principio me desplazaba hasta Badajoz los fines de semana, para continuar con mi profesor, pero llegó un momento en que era inviable".

Un equilibrio, entre los estudios y la música, que ha ido compaginando durmiendo poco, a pesar de que reconoce que la música supuso una válvula de escape a estudiar "algo tan intenso".

"Al final, cuando las cosas te gustan no te queda otra. Se trata de aprovechar el tiempo tienes y si hay que renunciar a quedar con tus amigos o a viajar para ver a la familia lo haces", indica rotunda. "Hay tiempo para todo, se trata de condensarlo".

Llegar a las clases del actor Antonio Castillo la puso en contacto con la soprano Mariví Blasco, que también forma parte del elenco, y juntos le dieron el empujón definitivo para que formara parte de la obra en la que interpreta varios personajes.

"Me apasiona cantar y actuar. Mi intención es formarme cada día más y consolidarme para tener un futuro" dentro de la interpretación y del canto. Su inspiración ha sido María Callas, pero concentra en sus compañeros su principal impulso para seguir.

Con timidez asegura que, aunque desconoce el camino, está dispuesta a hacer frente a los proyectos que vengan. "No me cierro ninguna puerta", indica con la clara intención de arriesgar en una profesión que considera exigente.

Percibir la reacción del público es "emocionante" y le "impresiona" actuar en un gran teatro, aunque se siente arropada por sus compañeros que siempre le han dado "confianza y apoyo".

Con 23 años, nunca imaginó que sus inicios en el escenario la llevarían a interpretar a varios personajes, algunos, se sincera, no muy diferentes a ella. "Aunque al principio me daba mucha vergüenza, con la ayuda de todos me siento segura en el escenario", un camino del que ahora no piensa apartarse.