Los vecinos del número 102 de la calle Toledo siguen sin poder volver a sus casas

Los vecinos del número 102 de la calle Toledo siguen sin poder volver a sus casas

Los residentes en las 16 viviendas del número 102 de la calle Toledo de Madrid, anexo al que explotó hace ocho días por un escape de gas, siguen sin poder volver a vivir a sus casas pese a lo prometido y se quejan de que "nadie les ha notificado el estado de sus domicilios", según han indicado alguno de ellos .

De hecho, la docena de familias que viven en este inmueble, el anexo al que semiderrumbado, pasaron ayer la noche y lo volverán a hacer hoy en el hotel habilitado desde el día 20 por el Ayuntamiento de Madrid; otros durmieron en casas de familiares y otros en otros nuevos pisos de alquiler, después de rescindir el contrato con sus antiguos caseros.


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Algunos de los aún desalojados han acudido esta mañana, acompañados por policías o técnicos, para recoger alguna ropa, pertenencias y documentos a sus viviendas, donde han comprobado los daños y agujeros que presentan en paredes, terrazas, ventanas o tejados. Muchos no contaban esta mañana ni con agua ni con gas pese a los trabajos realizados ayer por las compañías suministradoras.

Además, cuando puedan volver, se preguntan cómo vivirán mientras duren las obras de la fachada y del tejado. Además, parte de la calle Toledo sigue cortada al tráfico, lo que dificulta su movilidad en la zona.

En la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, su portavoz, Inmaculada Sanz ha manifestado este mediodía que los trabajos están realizados respecto a la comprobación de que no hay ningún tipo de daño estructural que pusiera en riesgo que las personas que volvieran a sus domicilios "y la parte que falta es la relativa a los suministros".

Ayer, el concejal delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid informó de que las obras de adecuación del edifico del número 102 ya están terminadas, por lo que los residentes todavía desalojados ya contarían con autorización para volver a habitar sus casas, "teniendo en cuenta que el Ayuntamiento garantiza que el edificio desde el punto de vista estructural se encuentra conforme y se han realizado trabajos de mejora y tapado de huecos, y en las cubiertas".

"Hoy mismo podrán ocuparse todas las viviendas. Algunas tienen pequeños daños interiores, pero se puede garantizar su habitabilidad y seguridad, que es lo que le preocupa al Ayuntamiento. No podrán tener todo perfecto, pero dormirán en sus casas", dijo ayer el concejal.

Mariano Fuentes también informó de que mañana viernes técnicos municipales se reunirían con el arzobispado de Madrid, dueño del edificio siniestrado, para que tomaran el control de la situación, después de que los operarios hayan retirado durante más de un semana los cascotes y hayan derribado las dos plantas superiores. La estructura de la quinta es firme y no hay riesgo estructural, apuntó.

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