Garrido ve "imposible" dar "una fecha exacta" de la reapertura de Gran Vía

El consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, ha reiterado este jueves que las obras de la estación de Metro de Gran Vía concluirán entre finales de 2020 y principios de 2021, pero ha admitido que "es imposible, hoy por hoy, dar una fecha exacta de la reapertura".

Garrido se ha manifestado así en el Pleno de la Asamblea, en respuesta a una pregunta formulada por la diputada de Más Madrid María Acín, quien ha destacado que hay "miles y miles de personas que pagan cada día" por la "incompetencia" y la "soberbia" del Gobierno.

El consejero ha alegado que las obras para modernizar esta estación y construir una galería que la conecte a la de Sol se han demorado por haber tenido que adecuarse en varias ocasiones a la recuperación de los vestigios arqueológicos que han ido apareciendo durante los trabajos.

Es por ello que las obras, ha indicado Garrido, "se deslizarán más o menos al año 2021, dependiendo de los trabajos de recuperación de un patrimonio que es de todos" y que, ha añadido, obligan a Metro a "tomar las cautelas debidas".

"No nos duelen prendas en disculparnos cuando las cosas salen como queremos", ha subrayado el consejero.

La reforma de esta estación, ha dicho la diputada de Más Madrid, es una "permanente tomadura de pelo", cuya demora ha sido simultánea a la "campaña de acoso y derribo" del PP "contra Madrid Central y contra la peatonalización de la Gran Vía".

Y ha apuntado, asimismo, que asociaciones de defensa del patrimonio ya habían avisado, antes de iniciarse las obras, de la "alta probabilidad" de encontrar vestigios arqueológicos durante los trabajos.

Por último, ha asegurado que "han llegado quejas de vecinos" de la zona "respecto a la aparición de grietas en sus casa".

La reforma de la estación de Gran Vía, que contempla la ampliación del vestíbulo, la modernización de las instalaciones y la conexión peatonal con Sol, debería haber terminado en abril de 2019, pero el hallazgo de unos restos arqueológicos retrasó y complicó los trabajos.

Poco después de comenzar las obras, se descubrió el "hueco" del ascensor y la escalera de la anterior estación, diseñados por el arquitecto Antonio Palacios en 1919.

El hallazgo del ascensor hizo que se modificase el contrato, cuyo precio se dobló al sumar 3,4 millones de euros al presupuesto inicial de 3,79 millones, y que se ampliase el tiempo de cierre por la necesidad de emplear maquinaria de menor tamaño y trabajar con mayor precaución.