Sánchez Acera: "En el plan de residuos del noroeste deberá haber consenso"

Sánchez Acera: "En el plan de residuos del noroeste deberá haber consenso"

El alcalde de Alcobendas y presidente de la Mancomunidad del Noroeste, Rafael Sánchez Acera (PSOE), cree que el cambio de la estrategia de residuos deberá ser consensuada y que su homólogo de Colmenar Viejo actúa "como lobo solitario" e "inventa una batalla que no existe" para no acoger la futura planta.


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En junio pasado los socialistas de Alcobendas, con Sánchez Acera a la cabeza, arrebataron al PP la codiciada Alcaldía de la ciudad en la que llevaba tres legislaturas. Para hacerlo, el PSOE debió firmar un insólito acuerdo con Cs, que ha permitido el primer Gobierno local de coalición, en el que se alternarán cada dos años.

Además de la Alcaldía de Alcobendas (116.000 habitantes), Sánchez Acera ha heredado la presidencia de la Mancomunidad de Residuos del Noroeste, que -como destaca en una entrevista- le ha refrendado su apoyo.

Por ello, la primera gran polémica que está teniendo que lidiar el regidor es la del vertedero de Colmenar Viejo y la futura planta de residuos que se deberá construir en el noroeste, ya que se prevé que el actual basurero se colmate en alrededor de un año.

En concreto, la Mancomunidad presentó esta semana en su asamblea general el borrador de su próximo modelo de tratamiento y el estudio de alternativas donde ubicar la futura planta de basuras, señalando a Colmenar Viejo como "mejor localización".

Esto ha desatado la indignación del Gobierno colmenareño, con su alcalde del PP al frente, Jorge García, quien asegura que tomará medidas para evitar ese supuesto. También acusa de “tendencioso” el último informe de la Mancomunidad, y de “poco transparente” al alcalde de Alcobendas y presidente del organismo de residuos.

Ante este escenario de hostilidad, Sánchez Acera insiste en que la Mancomunidad está conformada por más de 70 municipios que quieren que las decisiones se acuerden “con consenso” y sin que ninguna decisión "vaya contra la Ley”.

La legitimidad del proyecto esperan obtenerla con el visto bueno de la Comunidad de Madrid, que debe analizar los informes que le han sido trasladados.

En cuanto al tono de disputa asumido por el alcalde de Colmenar, Sánchez Acera critica que García se limite a rechazar las propuestas sin aceptar que su localidad entre a formar parte de la Mancomunidad. “Sigue al margen, jugando a ser lobo solitario y sin buscar consenso”, lamenta Sánchez Acera, quien llama a no crear “una batalla” en torno a los residuos.

Por otra parte, la vivienda es uno de los puntos de conflicto en Alcobendas, después que en la pasada legislatura el PP “limitara esta cuestión a un único proyecto”, el de Los Carriles, que ha sido paralizado por la justicia y al que Sánchez Acera tilda de “pelotazo urbanístico”, con 8.000 viviendas para unas 40.000 personas en el monte de Valdelatas.

El PSOE y Cs confían en que la justicia paralice el proyecto y no deba ejecutarse. De no ser así, intentarán “matizarlo todo lo que se pueda” para ajustarlo a las capacidades de Alcobendas.

Con todo, quieren emprender un crecimiento de viviendas en la misma zona pero de forma “mucho más sostenible”, dotando al área de las infraestructuras necesarias. Entretanto, apuestan por construir inmuebles públicos para ofrecer en régimen de alquiler.

Todas estas políticas seguirán en marcha, matiza el alcalde, cuando dentro de un año y medio le tome el relevo Cs y su líder, Miguel Ángel Arranz, con quien el regidor dice tener “una relación magnífica”. Sostiene, en resumen, que son “dos partidos, pero un solo Gobierno”.

Entre los planes comunes para esta legislatura destaca su intención de ampliar los servicios compartidos con San Sebastián de los Reyes, ciudad con la que colinda y con la que quiere que la relación “sea mucho más fluida”.

Al hablar de movilidad, uno de los dilemas de miles de vecinos de la zona norte, el alcalde de Alcobendas coincide con sus homólogos del entorno en que “hay muchos problemas de acceso a Madrid” y que es necesario emprender medidas de calado, como que el Cercanías Madrid no concluya en San Sebastián de los Reyes, sino que suba a otros municipios del norte.

No obstante, defiende que lo más beneficioso para la ciudad que dirige sería habilitar un carril bus en la A-1 para los autobuses públicos y discrecionales que llegan a las empresas de la localidad, que es la tercera metrópoli económica de España y recibe cada día a más de 100.000 trabajadores (casi tantos como habitantes tiene).

Alcobendas tiene las ordenanzas fiscales de 2020 recién aprobadas en el Pleno, con un documento que “no es exactamente lo que planteaban PSOE y Cs”, porque comenzaron a elaborarse estando el PP al frente del Consistorio.

No obstante, “sí respetan algunos de los compromisos” del actual Gobierno, como la bajada del IBI y del Impuesto de Vehículos, o bonificaciones para familias, parados de larga duración y jóvenes.

También reiterarán a la Comunidad de Madrid las peticiones para que responda a una de las reivindicaciones históricas de Alcobendas: la apertura de un centro de especialidades con urgencias, tras el cierre del que había en la calle Blas de Otero, y con el fin de “desatascar” el Hospital Infanta Sofía, “saturado” en algunas áreas.

Entre otros planes de futuro para este mandato está concienciar sobre el reciclaje, impulsar políticas de “austeridad” y reforzar la limpieza de las calles, algo que reclaman los vecinos y que prometen abordar en 2020, cuando puedan modificar el contrato de limpieza.

A nivel personal, el alcalde se ha marcado como meta mantener la proximidad con los vecinos, a quienes quiere “seguir mirando a los ojos” para conocer lo que necesita una ciudad como Alcobendas.

Patricia Cristóbal

 

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