Cinco pueblos que debes visitar en los alrededores de Madrid

Sus afamadas pinacotecas, el Parque del Retiro, la plaza del Sol y la Mayor, los barrios de La Latina y Malasaña, el mítico estadio Santiago Bernabéu… Son estos algunos de los lugares más concurridos no solo por turistas, sino por los propios habitantes de la capital española. No obstante, tras varios días en la urbe, es probable que tanto unos como otros sientan el deseo de descansar del ambiente madrileño, de su ajetreo e intensidad, de sus múltiples opciones de ocio y cultura. En este sentido, nada mejor que realizar alguna que otra escapada a las localidades menores de la zona.

Antes de repasar algunos municipios con encanto de la provincia, se nos antoja necesario contar con un vehículo propio que nos permita desplazarnos con libertad y flexibilidad de horarios. De esta manera, una idea inteligente es el alquiler de motos en Madrid con Cooltra. Se trata de una compañía que gestiona sus reservas en tiendas físicas y, también, a través de su página web. En definitiva, arrendar una scooter es sinónimo de ahorro en carburante y en tiempos de conducción y aparcamiento.

Así, una vez arranquemos nuestra moto, conduciremos hacia la Sierra Norte. Allí damos con un buen número de villas que merecen mucho la pena. Entre ellas destaca Buitrago de Lozoya, situada a unos 75 kilómetros de la capital. Coronada por la iglesia de Santa María del Castillo y rodeada por una muralla, el casco histórico de esta localidad disfruta de un impactante aspecto medieval. De esta forma, no es de extrañar que allí se celebren visitas teatralizadas. Otras opciones para el viajero que para en Buitrago de Lozoya son transitar sus senderos, realizar un curso de piragüismo, montar en bicicleta o caballo, o bien sacar entrada en el Museo Picasso.

A continuación, recorreremos unos 30 kilómetros hacia el oeste de Buitrago hasta llegar al municipio de Rascafría, enmarcado en el parque natural de Peñalara. El principal atractivo de este pueblo es su entorno, plagado de bosque y piscinas naturales. No obstante, también abundan enclaves urbanos con interés: desde la iglesia parroquial de San Andrés hasta el próximo Monasterio del Paular, pasando por el puente de la Reina o el histórico molino de papel de los Batanes.

Otra alternativa desde Buitrago consiste en desviarnos 30 kilómetros hacia el sureste. El objetivo es descubrir la pequeña población de Patones de Arriba, cuyas casas negras de pizarra logran seducir a los visitantes. Tras pasar frente a la iglesia de San José o a su lavadero, tras perderse por sus calles estrechas, el lector entenderá por qué la localidad ha sido declarada Bien de Interés Cultural.

Para terminar, hablaremos de dos pueblos del sur madrileño. En primer lugar, ¿quién no ha oído hablar de Chinchón? ¿A quién no le han mencionado su anís, su plaza central o las laberínticas bodegas de sus restaurantes? Sin duda, es momento de aparcar nuestra moto a la entrada de la villa y explorar un municipio que enamoró a estrellas del cine como Orson Welles, Cantinflas o John Wayne.

Por último, a 11 kilómetros al sur de Chinchón se halla Colmenar de Oreja. Esta localidad, rodeada de bosques de encinas y pinos, y flanqueado por el Tajo y el Tajuña, alberga un buen número de motivos arquitectónicos: su Plaza Mayor, la Ermita del Cristo o la iglesia de Santa María la Mayor.