Un óleo de Prim presidirá la sala del Congreso dedicada al general asesinado

La nueva sala Prim del Congreso, dedicada al general Juan Prim, presidente del Gobierno asesinado en 1870, contará desde mañana con un retrato del estadista, obra del pintor Alexandre George Regnault y que forma parte del Patrimonio Histórico Artístico conservado por el Museo del Prado.

El presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, y la vicepresidenta primera, Celia Villalobos, asistirán a la colocación del óleo de Regnault, que presidirá la sala Prim recientemente remodelada.

Posada y Villalobos visitarán también la segunda planta del Palacio de la Carrera de San Jerónimo, que ha sido objeto de una profunda remodelación.

Toda la segunda planta del edificio, inaugurado por la reina Isabel II en 1850, amenazaba ruina después de décadas de abandono, debido especialmente a las filtraciones de agua desde los tejados, que habían carcomido las viejas vigas de madera.

En este recorrido por el Palacio, se mostrará a los periodistas la sala Prim, que estará presidida a partir de ahora por la obra "El General Prim a caballo", un óleo de 72 por 59 centímetros realizado por Henri Alexandre George Regnault en 1868.

La sala con el nombre del general Prim ocupa el espacio en el que se situaba una antigua estancia en la que los "padres" de la Constitución de 1978 elaboraron la actual Carta Magna.

Esa vetusta sala, dividida posteriormente en dos espacios -las salas Calatrava y Olózaga-, se ha utilizado durante décadas para reuniones de las comisiones, aunque llevaba años cerrada.

Aprovechando las obras de reparación de la cubierta, que estaba muy afectada por las goteras, se decidió rehabilitar ese espacio para la actividad parlamentaria y dedicar la nueva sala a Juan Prim, coincidiendo el año pasado con su bicentenario.

En la rehabilitación se ha intentado respetar en lo posible la antigua estructura y la disposición de la sala y se recuperará parte del mobiliario original.

Cuenta además con luz natural, a través de dos patios que antes de las obras estaban prácticamente cegados por equipos e instalaciones de aire acondicionado, los cuales ahora se encuentran en las nuevas cubiertas.

Además de esta sala, la rehabilitación integral desarrollada en el Palacio en los últimos años ha permitido restaurar la cúpula y el lucernario del hemiciclo, por el que ahora penetra la luz solar.