Realidad aumentada para 'revivir' la historia del templo de Debod

Desde su ubicación original en Nubia a una visita virtual a la capilla central en la época del rey Adikhalamani, a partir de este mes una aplicación inteligente de realidad aumentada permite conocer la historia del Templo de Debod en Madrid y, especialmente, de sus "grafiti".

La realidad aumentada es una tecnología aún poco conocida que divulgará el proyecto Ta-Hut, centrado en el estudio de relieves, inscripciones y grafiti del templo de Debod y, por extensión, del conjunto de la documentación histórica del edificio, señala Miguel Ángel Molinero, profesor de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la universidad de La Laguna (Tenerife).

Precisamente esta institución docente y el Museo de San Isidro de Madrid son las instituciones que apoyan el proyecto, que además ha sido financiado en dos fases diferentes por el Gobierno de Canarias a través de su convocatoria pública de investigación.

Originalmente, el templo se encontraba en la localidad de Debod, a 14 kilómetros al sur de la primera catarata del Nilo, y fue un regalo del estado egipcio al pueblo español en reconocimiento a la ayuda prestada durante la campaña de salvamento de monumentos y yacimientos de Nubia en la década de 1960, que iban a ser inundados por la construcción de la presa de Asuán.

Desde 1972, se encuentra reconstruido en un parque público en Madrid y, en los últimos años, se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos y museísticos de la ciudad.

De hecho, el templo recibe cerca de 400.000 visitantes anuales, lo que lo convierte en uno de los monumentos más frecuentados de Madrid y también "en un lugar idóneo para ensayar este tipo de proyectos didácticos, pues hay una demanda social manifiesta por recibir información contrastada sobre el edificio y su historia", afirma el egiptólogo.

La realidad aumentada es una técnica que consiste en crear una combinación de imágenes en un dispositivo tecnológico provisto de Cámara, como teléfonos inteligentes, tabletas y gafas, en los que se puede ver un entorno del mundo real complementado con elementos virtuales.

"Incita a los usuarios a descubrir el templo de forma amena", explica Miguel Ángel Molinero, pues sólo se necesita algo tan generalizado como un dispositivo con conexión a datos de red 3G para poder realizar este tipo de visita.

El equipo del proyecto, formado fundamentalmente por personal de la Universidad de La Laguna, es multidisciplinar y desde su creación se han sumado -además de egiptólogos- museólogos, profesionales de la arquitectura, diseño gráfico, informática y tratamiento de imágenes de la Universidad de Basilea en Suiza y la empresa Ártyco de Conservación y Restauración de Madrid.

Para visualizar la realidad aumentada se requiere un soporte que active la aplicación, es decir, que sea capaz de hacer aparecer los elementos virtuales en la pantalla. En este caso, desde mediados de agosto se ha facilitado a los visitantes del templo un tríptico con una breve información escrita y fotografías a través de las cuales se representan los tipos específicos de grafiti.

Cada fotografía del tríptico es el elemento que activa la información específica en realidad aumentada con nuevas imágenes de varios tipos (incluidos vídeos) y una alocución hablada.

El audio da una breve explicación del contexto histórico en que se realizaron las distintas fases constructivas, desde la capilla central, la conclusión con los últimos ptolomeos y la decoración romana del vestíbulo.

Y también explica cada tipo de grafiti y en qué zonas del templo pueden buscarse, pues no siempre son fáciles de ver.

En Debod se han identificado 130 inscripciones de este tipo y casi 50 erosiones de carácter humano y el visitante puede acceder a la historia de los siete tipos de grafiti más representativos por su información histórica, visibilidad o singularidad.

Entre ellos, el grafito griego "toproskynema", los dromedarios de la pared norte del templo, la cruz copta de la puerta del segundo pilono y las cúpulas fusiformes de fecha indeterminada en las paredes exteriores.

Además, el grafito islámico de la puerta del primer pilono, nombres y fecha de viajeros occidentales en las cámaras interiores y un relieve de dioses egipcios de la pared trasera.

"Queremos que esta actuación sirva como experiencia de un objetivo más ambicioso pues, una vez comprobado el funcionamiento con el uso real por los visitantes al templo, nuestro propósito es ampliarlo al conjunto de los grafiti y después, paulatinamente, a otros elementos que estamos estudiando, como relieves, inscripciones y sillares sueltos expuestos en la azotea", concluye el egiptólogo Miguel Ángel Molinero.