El chotis: mucho más que un baile madrileño
Un año más llegan las populares fiestas de San Isidro a Madrid, momento en el que chulapos y chulapas sacan sus mejores galas e invaden la pradera. Estos días son conocidos, además de por las famosas rosquillas del Santo, por el chotis, ese baile tan castizo.
Se trata de una danza folclórica que, al son de un organillo, se baila en pareja, cara a cara. El hombre sujeta con una mano a la mujer mientras que, con los dos pies juntos, gira sobre las punteras de sus zapatos, mirando siempre al frente. Ellas van ataviadas con un mantón de manila, mientras que ellos lucen parpusas en su cabeza. En determinados momentos, la pareja ha de dar tres pasos hacia atrás y otros tres hacia delante, volviendo a efectuar a continuación los giros.
Sin embargo, aunque es un baile muy popular y bailado en Madrid, pocos conocen su verdadero origen.
El chotis proviene de unas danzas populares que bailaban los campesinos británicos, concretamente en Escocia, y que utilizaban una gaita como acompañamiento. Poco después, en el siglo XVIII, se popularizaron en Francia y comenzaron a llamarlas 'Anglaiseo écossaise', o lo que es lo mismo 'Escocesa'.
Entre 1800 y 1830 pasó a Alemania, donde músicos como Beethoven, Chopin o Schubert compusieron diversas 'écossaises' para piano. Tras ello, el baile evolucionó hasta surgir una variante, conocida como 'Schottish'. Alrededor de 1840, la polka checa desplazó y extinguió en Alemania este baile.
Diez años más tarde, en 1850, el chotis llegó al Palacio Real. La primera vez que se bailó en España fue la noche del 3 de noviembre de ese año, en una fiesta organizada por la reina Isabel II. Los músicos allí presentes tocaron una polca alemana, el ya nombrado 'Schottish', que acabó popularizándose en Madrid y adaptando su nombre al ya conocido Chotis.
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