Sale a concurso el servicio de cafetería de la Asamblea

Imagen: Sonia Palomino.

La Asamblea de Madrid ha abierto el plazo de licitación para contratar su servicio de cafetería, cocinas y comedores, que cerraron en agosto después de que la anterior concesionaria, el grupo Cantoblanco que preside Arturo Fernández, renunciara al contrato sin llegar a terminarlo.

El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) ha publicado este miércoles el anuncio del concurso, al que se podrán presentar ofertas en los próximos quince días naturales.

El objetivo del contrato es prestar los servicios de cafetería, cocinas y comedores, además del abastecimiento de productos -incluido el agua para las sesiones parlamentarias y administrativas del Parlamento regional- en los despachos y neveras que hay en los edificios del recinto.

La duración del contrato será de dos años, prorrogables a dos anualidades adicionales, y el presupuesto máximo de licitación será de 336.127,48 euros sin IVA (369.740,23 IVA incluido) para dos años.

Según el BOCM, el valor estimado del contrato es de 1.404.254,96 euros, en atención al número máximo de prórrogas previstas.

Para conseguir el contrato se valorará (con 20 puntos) los medios materiales y técnicos ofrecidos, así como las medidas de seguridad y control; las mejoras en los menús exigidos por el pliego o el número de servicios de abastecimiento de actos y recepciones que se incluya; y la calidad de los alimentos y de los suministradores.

Tendrá más peso (30 puntos) el poder acreditar trabajos realizados de manera satisfactoria en los últimos tres años, que incluyan importe, fechas y beneficiaros.

El precio ofertado se valorará con otros 20 puntos.

A los contratistas que aspiren a ganar el concurso se les exigirá, entre otras cosas, solvencia económica y financiera, y solvencia técnica y profesional.

La cafetería de la Asamblea se encuentra cerrada desde este mes de agosto, cuando el grupo Cantoblanco decidió renunciar al contrato a falta de un año para que concluyese el mismo.

Cantoblanco, presidido por Arturo Fernández, alegó que el abandono se decidió "como una medida de prudencia para evitar soportar unas pérdidas de 100.000 euros anuales" que, según aseguraba el grupo empresarial, le ocasionaba dicha contrata.

Desde entonces la Asamblea de Madrid no tiene servicio de cafetería ni comedor, y sus empleados y diputados recurren a unas máquinas de café, refrescos y comida.