Ser perro en Madrid capital

Ser perro en Madrid capital

En la ciudad de Madrid habitan más de 315.000 perros, aproximadamente uno por cada diez vecinos.

El Ayuntamiento de la capital pone a disposición de la comunidad canina además de espacios al aire libre y de ocio otras facilidades que no están reñidas con un control exhaustivo de las mascotas, recogido esencialmente en la ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de los animales.


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Requisitos ineludibles

- Identificación y registro: cuando el perro tenga tres meses (o al mes después de que llegue a casa) es obligatorio inscribirle en el Registro de Identificación de Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid (RIAC) y en el censo municipal. En Madrid, esto se hace a través de un microchip que el veterinario implanta bajo la piel del perro, siendo el mismo quién da de alta al animal.

- Seguro de responsabilidad civil: el dueño del perro es el responsable de los daños o molestias que pueda ocasionar, por lo que es obligatorio contratar un seguro de responsabilidad civil que cubra la indemnización por esos posibles daños al cabo de un mes de ser identificado y aunque el animal no sea de una raza peligrosa.

- vacunación:la única vacuna obligatoria es la de la rabia, las demás son voluntarias. La primera deberá realizarse a los tres meses de edad, y a partir de entonces, una vez al año.

- Documentación: los dueños están obligados a disponer de la cartilla sanitaria de su mascota. Como lo más frecuente es no llevarla encima, se dispone de 10 días naturales para presentarla en la dependencia municipal que corresponda.

Infracciones y sanciones

Entre las infracciones más comunes cometidas por los madrileños predominan aquellas relativas a seguridad, limpieza y condiciones higiénico-sanitarias.

Por ejemplo, suponen 'faltas graves' relacionadas con la seguridad: el incumplimiento de las normas sobre tenencia de animales peligrosos, mantener este tipo de perros sin bozal, cadena o correa en lugares públicos, la no vacunación antirrábica o la permanencia continuada de animales en el interior de los vehículos.

Otra de las infracciones más frecuentes supone la de no recoger los excrementos caninos, tipificada, también como 'falta grave' y castigada con multas que oscilan entre los 750 y 1.500 euros.

Dispensadores de bolsas y parques

Con el fin de dar cobertura a las necesidades higiénico-sanitarias de las mascotas, Madrid dispone de 6.000 dispensadores de bolsas para excrementos animales, distribuidos de forma proporcional a sus necesidades en los 21 términos adscritos a la capital.

Vicálvaro, con 119 dispensadores, representa el barrio con menos existencias, mientras que Hortaleza o Fuencarral-El Pardo, con 426 y 479 respectivamente, se sitúan a la cabeza de la lista de distritos con mayor número de papeleras con bolsas biodegradables para deyecciones caninas.

Además, la capital pone a disposición de sus habitantes caninos una innumerable lista de espacios verdes y al aire libre para cubrir sus necesidades lúdico-recreativas.

Existen hasta diez grandes parques para perros en la zona centro de la ciudad. Los Parques Olof Palme y Meseta de Orcasitas, ambos en Usera; el parque de la Ventilla, en Tetuán; los Parques Santa Rita y Paseo Muñoz Grandes, ambos ubicados en el barrio de Carabanchel o el Parque Enrique Herreros en Chamberi.

Las dos joyas de la corona en lo que a parques caninos se refiere, las encontramos en el Parque del Retiro y el Parque Juan Carlos I. Cuentan con una gran extensión y hasta con instalaciones para la práctica del Agility, modalidad competitiva donde un guía dirige a un perro sobre una serie de obstáculos.

El Parque del Retiro abre sus puertas de 6:00 a 24:00 horas en verano y de 6:00 a 22:00 horas durante los meses de invierno. Por su parte, el Parque Juan Carlos I se emplaza en la Glorieta S.A.R. Don Juan de Borbón y Battemberg número 5 y está abierto al público desde las 7 de la mañana hasta la 1:00 de la noche, en verano, y de 7:00 a 23:00 horas, en invierno.

Madrid cuenta con otras zonas destinadas al uso exclusivo de las mascotas. Son los denominados 'Pipicanes', espacios en los que está permitido, siempre bajo responsabilidad del dueño, soltar a los perros para que hagan sus necesidades y jugueteen con otros animales.

Hasta diez áreas como estas podemos encontrar en el centro de la capital, entre las que destacan las zonas ajardinadas de Pinar de Chamartín, los Jardines de Perón, el Parque de Hortaleza o el Parque de los Tilos.

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