Franz Ferdinand brilla en la fiesta del DCODE

 

Con Franz Ferdinand, Madrid fue una fiesta

Madrid parece haber encontrado por fin su festival o, al menos, la fórmula para sostener de manera exitosa una multitudinaria cita musical, gracias a la tercera edición del DCODE, la más concurrida y bailonga, con Franz Ferdinand, Vampire Weekend y Love of Lesbian como principales reclamos para el público.


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Apenas una semana después del disgusto de la designación olímpica de 2020, la ciudad se ha sacudido las penas con el mejor cartel de la breve historia de este evento, que ha contado además con Foals, Amaral, L.A. y John Grant, entre otros, en una única jornada (en lugar de las dos acostumbradas) y a precios más que populares.

Unas 25.000 personas, el aforo completo del festival, han decidido catar la nueva receta y desde bien temprano, apenas pasadas las seis de la tarde, se acercaban al Complejo Deportivo Cantarranas de la Universidad Complutense para disfrutar de un programa ágil, exento de paja, en el que las actuaciones se sucedían entre los dos escenarios principales a un ritmo trepidante.

Tras los españoles Varry Brava e Izal y el sol aún arreciando, no parecía el mejor momento para el intimismo de John Grant, quien, con gafas oscuras y un ejercicio de derroche vocal, ha espantado los malos augurios, logrando momentos sobresalientes con "Pale green ghosts", "GMF" y, cómo no, una apoteósica "Queen of Denmark".

Grant, gay confeso tras años de autorrepresión, no ha perdido la oportunidad de dedicar su tema "Glacier" a todos los "hermanos y hermanas homosexuales de Rusia".

El buen sabor de boca lo han mantenido después los mallorquines L.A., en las horas más altas de su carrera gracias a su último disco, "Dualize", y a actuaciones como esta, cargada de energía, punteos guitarreros y otra voz prodigiosa.

Para cuando Santi Balmes y el resto de Love of Lesbian han empezado su actuación, sobre el césped del festival ya no cabía un alma. El de los catalanes ha sido probablemente el concierto sorpresa de la jornada, con el público tan entregado con ellos como con las bandas extranjeras del cartel, más caras de ver por estos pagos.

Puede que les haya favorecido que, frente a sus largas actuaciones, lo de hoy haya sido un "plís, plas" de una hora, en la que han comprimido lo mejor de su producción, con clásicos como "Club de fans de John Boy", "Las plantas" o "Si yo digo ven, tú dices Affleck".

También ha habido tiempo para cosas inéditas, como el mano a mano con Eva Amaral en "Segundo asalto" (aunque el micro de la zaragozana apenas se escuchara) y para las habituales pullas de Balmes hacia la clase política ("Esta canción va para los profesores de inglés de los alcaldes y alcaldesas de España", decía).

Las muestras de efusividad han disminuido con Foals y su propuesta rock más exquisita y menos gamberra, en la que el duelo de guitarras cobra tanto protagonismo o más que la propia voz.

Sea como fuere, los británicos se han ido de Madrid con una nota sobresaliente, después de interpretar éxitos imprescindibles como "Spanish Sahara" y "My number" ya en la primera parte del concierto, dejando algo más desnuda de recursos seguros la segunda.

Del concierto de Vampire Weekend en el reciente BBK Live! de Bilbao se llegó a decir que fue aburrido. De ser cierto, los neoyorquinos se habrían resarcido poniendo a bailar a Madrid, sobre todo a partir de "Cousins" y "A-Punk".

Músicos precisos, solo cabe reprocharles cierto estatismo en su directo, que deja en manos del público que la moneda caiga finalmente de un lado o de otro. Hoy tocó cara y fue un éxito.

Muchos ortodoxos del "indie" veían la inclusión de Amaral en el cartel como una intromisión, pero, más allá de una pequeña fuga de público, los zaragozanos han mantenido el tipo en su única actuación de este año en España, con el que cierran el ciclo de su disco "Hacia lo salvaje" antes del próximo álbum, del que han estrenado hoy "A veces se gana y a veces se pierde".

Fuera del repertorio se han quedado casi todos los clásicos, con la salvedad de "Estrella de mar", "El universo sobre mí" y, para acabar, una espectacular "Revolución", con un trasunto en castellano del "Heroes" de David Bowie y Eva Amaral demostrando por qué críticos, público y compañeros la consideran "una de las mejores voces del país".

Los que se han mostrado infalibles una vez más han sido los escoceses Franz Ferdinand y su "música para que bailen las chicas". Aquí ha bailado en realidad hasta el más pintado, con una selección compuesta de lo más granado de su recién editado cuarto disco, "Right thoughts, right words, right action", y una larga lista de grandes éxitos como "Take me out" y "Ulysses".

 

Javier Herrero

 

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