Probablemente condenados a entenderse

EL PANORAMA político actual, tanto a nivel nacional como regional, vaticina lo que no será una sorpresa, el fin de las mayorías absolutas. Sólo políticos carismáticos podrán lograr o acercarse al máximo a un objetivo que para el Partido Popular se traduce en la mayoría de casos en el gobernar o no gobernar.

Todas las encuestas fiables ofrecen una misma foto, escaño arriba o abajo; que el Partido Popular ganará las elecciones en la Comunidad de Madrid pero le faltarán varios diputados para poder formar Gobierno. El empuje de Esperanza Aguirre entre las filas populares puede hacer más factible el objetivo, por el arrastre de voto de la capital al resto de la región. La decisión la tomará Mariano Rajoy.

Lo que es segura es la irrupción de Podemos y la tesitura en la que se encontrará el PSOE, que presumiblemente tendrá que elegir dar la gobernabilidad institucional a un conglomerado de formaciones que harán imposible una gestión de progreso, o llegar a pactos con el PP en pos de la normalidad y avance institucional.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha apresurado a cerrar la puerta a un pacto tras las Elecciones Generales. En Madrid tal pacto también se presume difícil, por las manifestaciones y actitudes de los candidatos Tomás Gómez (Comunidad de Madrid) y Antonio Miguel Carmona (Ayuntamiento de Madrid). De los tres socialistas sólo el profesor Carmona parece tener asegurada su candidatura. El tranvía de Parla y el de Susana Díaz pueden atropellar antes de los comicios a los otros dos madrileños.